La vida a veces nos obliga a tomar decisiones muy difíciles: italiano o chacarero, Android o iOS, Marvel o DC y ahora, tendremos que elegir entre una de las tres versiones de la SNES Mini que se lanzarán entre fines de septiembre y principios de octubre.

Tal como ocurrió con la NES Classic Mini, la nueva aventura nostálgica de Nintendo posee diferencias no menores entre cada una de las versiones, por lo que vale la pena revisarlas y así saber con cual de ellas vale la pena quedarse.

Las diferencias que nos interesan radican principalmente en dos factores: diseño y catálogo.

En el diseño, si bien es algo completamente personal, vemos que la SNES americana es la única que destiñe, ya que en su momento, Nintendo of America tenía el poder para cambiar el diseño de sus productos y al ver a la Super Famicom, pensó que la consola tenía muchas curvas y que a la gente le gustaban más los productos cuadrados, porque se veían más firmes.

Por suerte hoy NOA no tiene tanto poder, sino que solo se dedica a decidir qué variaciones de colores entrarán en el mercado, porque la verdad es que comparada con el diseño original del Super Famicom, la Super Nintendo americana es la que más salió perdiendo.

En Europa decidieron quedarse con el nombre occidental de la consola, pero mantener tanto el diseño, como los colores de la versión japonesa, lo que se ve reflejado también en la reedición. La única diferencia entre el modelo europeo y el japonés es que uno dice Super Famicom y el otro, Super Nintendo. Y por eso nos encanta.

Ciertamente tiene un aspecto mucho más de jueguete que la consola americana, pero claramente es mucho más atractivo que el reemplazo americano.

Ahora, hay gente que por costumbre piensa que la Super Nintendo americana se sigue viendo mejor, y no los culpo. En esa época donde la información llegaba por revistas, era difícil saber que la consola se veía diferente en otros lados del mundo. Pero si dependiera solo del diseño de consola y su caja, la versión japonesa es mucho más atractiva.

Pero si algún día decidimos sacar la consola de la caja y usarla para lo que fue creada, es cuando tenemos que dejar de pensar en el look y volcarnos hacia el catálogo de juego y sus diferencias.

Lo primero que hay que señalar es que tanto la edición europea como la americana poseen el mismo catálogo de juegos y que la diferencia entre ambas con la japonesa no es menor: son cinco los juegos diferentes que existen entre ambas versiones.

Mientras las tres versiones vienen con los clásicos más importantes como Super Mario World, Donkey Kong Country, Zelda A Link to the Past, Super Mario RPG o Final Fantasy 6, los juegos en los que se diferencian son lo más de nicho.

Los juegos de la versión occidental que no están en la japonesa son Kirby's Dream Course, Super Castlevania 4, Super Punch Out!!, Street Fighter 2 Turbo: Hyper Fighting y Earthbound.

En cambio, los juegos exclusivos de la Super Famicom Mini son Fire Emblem: Mystery of the Emblem, Panel de Pon, Ganbare Goemon 3, Super Street Fighter II, y Super Formation Soccer.

Hay cambios que no se explican, como por ejemplo que en Japón tengan Super Street Fighter 2 y acá sólo podamos tener Street Fighter 2, lo que quizás se debe a que Nintendo of America apuesta a seguir vendiendo la versión de Switch de SSF2.

Pero el resto de los cambios están bastante pensados en los públicos objetivos de la consola y de hecho, respetan los "cupos" de cada compañía. Konami por ejemplo, cambió Castlevania por Goemon, en el departamento de los RPG se cambia Earthbound por Fire Emblem e incluso el Super Formation Soccer de Japón reemplaza a nuestro juego de deportes: Super Punch Out!!

Ahora, ¿qué catálogo es mejor? Creo que más que nunca es una cosa de gustos. Para los viudos del fútbol, por ejemplo, tener el Super Soccer puede ser el punto de venta más importante, aunque la colección de exclusivos de la SNES Mini occidental es mucho más consistente e universalmente clásica.

De hecho, creo que la gran diferencia entre ambos catálogos se reduce a solo un juego: Earthbound.

El clásico de Shigesato Itoi no solo es un excelente juego, sino que encontrarlo en su estado original hoy en día es extremadamente caro, quizás el más escaso de todos los que están presentes en esta colección. Hablamos de un juego que supera los 100 mil pesos y si está sellado, se puede pillar hasta por 500 mil pesos. 

Pero aparte de ser raro, es uno de los RPG mejor producidos en la historia de Nintendo, y un buen regalo para una fanaticada que ha sido dejada detrás.

Solo por este juego creemos que el catálogo occidental es el que gana, lo suficiente como para perdonar los otros pecados.

Y es por eso que si juntamos diseño japonés con catálogo occidental, la mejor opción está clara: la europea. 

La europea puede que sea más difícil de importar, pero considerando que varias tiendas en Chile trajeron la versión europea de la NES Mini cuando vieron que no había stock de la americana, el control multicolor podría estar más cerca de lo que crees.

Sin embargo, considerando lo complicado que fue conseguir una NES Classic Mini y sabiendo que Nintendo nunca aprende de sus errores, la mejor versión de la SNES Mini será la que alcances a comprar.