Un trato por $250 millones de dólares concretó Sony para convertirse en accionista minoritario de Epic Games, el estudio tras el popular videojuego Fortnite.

Pero el aspecto más importante del trato radica en el hecho de que Epic además estás tras el motor Unreal, utilizado por un número no menor de desarrolladores en algunos de los videojuegos más populares de la actualidad.

Ambas compañías ya tenían una “relación cercana” según plasmó el anuncio entregado por ambas partes, por lo que destacan que la inversión les permitirá “ampliar su colaboración”.

“La poderosa tecnología de Epic en áreas como los gráficos los colocan a la vanguardia del desarrollo de motores de juego con Unreal Engine y otras innovaciones”, recalcó el CEO de Sony, Kenichiro Yoshida, sobre el por qué de la inversión. “Vamos a explorar las oportunidades para mayores colaboraciones con Epic para deleitar y traer valor a los consumidores y la industria, no solo en juegos, pero también a través del terreno del entretenimiento digital que evoluciona rápidamente”, agregó.

Eso último obviamente representa la proyección más relevante, ya que Fortnite representa oportunidades no solo multiplataforma, sino que inclusive interactúan con otros medios. Todo sea para expandir las fronteras del alcance de Sony.