Sophie Turner cree que tendrá “algunos síntomas de trauma en el futuro” debido a las intensas escenas que tuvo que filmar en Game of Thrones

Sophie Turner cree que su trabajo en Game of Thrones eventualmente le pasará la cuenta en materia de salud mental. La actriz que encarnó a Sansa Stark estuvo involucrada en la serie desde que tenía 14 años y, durante las ocho temporadas del programa, fue parte de algunas de las escenas más fuertes y controvertidas de la producción amparada por HBO.

En ese sentido, durante una reciente conversación con Jessica Chastain para The Cut, Turner reflexionó sobre su tiempo en Game of Thrones y contó que durante el rodaje de la serie aprendió a divertirse entre tomas para no sentir el peso de los temas que se abordaron en la adaptación de los libros de George R. R. Martin.

“Es muy raro. No lo hago, pero me resulta bastante fácil entrar y salir”, respondió Turner al ser consultada sobre cómo se desliga de sus personajes. “Lo viste en X-Men, entre tomas, cantando y bailando juntas. Ayuda tener gente alrededor que también esté dispuesta a salir de eso. Y es algo que al crecer en un programa como Game of Thrones, con tema que era tan pesado, que desarrollé un mecanismo de supervivencia para divertirme al máximo entre tomas, para no traumatizarme”.

Aunque en la conclusión de Game of Thrones el personaje de Turner quedó como la Reina del Norte, el camino de Sansa para llegar a esa posición fue largo y tortuoso. Después de todo, tras la muerte de su padre, la mayor de las hermanas Stark quedó a merced de despiadadas figuras que abusaron de diferentes maneras de ella como Joffrey Baratheon, Cersei Lannister, Petyr Baelish y Ramsey Bolton.

Con esa consideración, al ser consultada sobre si su trabajo en Game of Thrones la afecta aún, Turner reveló que cree que algún día esa experiencia a tan temprana edad le pasará la cuenta.

“Estoy segura de que presentaré algunos síntomas de trauma en el futuro”, dijo la actriz. “A esa edad no creo que pudiera comprender mucho de las escenas. Y los primeros años, tenía a mi mamá conmigo porque me acompañaba, así que me ayudaba mucho y me daba bocadillos”.

Turner no es la primera actriz que habla sobre el impacto negativo del rodaje de Game of Thrones en su salud mental y mientras recientemente Maisie Williams abordó el resentimiento que experimentó con Arya, tiempo atrás Hannah Waddingham relató la traumática filmación de la muerte de la Septa Unella e incluso Iwan Rheon calificó al rodaje de la escena donde Ramsey violó a Sansa como uno de los peores momentos de su carrera.