Spoiler: Todos sabemos que la lucha es falsa, que comparte más con un espectáculo circense que con una actividad deportiva y que gracias a eso es que podemos contar con peleas hechas para contar historias y que no acaben de manera prematura a los 15 segundos.

Pero eso no quita que exista el riesgo de las lesiones. Al contrario. Grandes carreras han terminado por un movimiento mal realizado, un salto mal calculado o una acrobacia que en realidad nunca debió hacerse. Y uno de los grandes ejemplos ocurrió precisamente en el Summerslam de 1997, cuando Stone Cold Steve Austin se enfrentaba contra Owen Hart por el campeonato Intercontinental de la entonces llamada WWF.

La familia Hart, de gran tradición en las luchas, se destacaba por la realización de movimientos particularmente brutales, pero con el cuidado necesario para que se vieran mucho más fuertes de lo que realmente eran. Una de esas movidas era la Piledriver o rompecuellos, un movimiento que se ve devastador y que requiere de mucho cuidado para hacerla ya que, como su nombre lo indica, impacta en una de las zonas del cuerpo que más complicaciones puede generar si es que se daña.

La lucha entre Stone Cold y Owen Hart ya estaba llegando a su final y el canadiense decide impactar al calvo con esta movida. El problema está en que se apresuró y no procuró asegurarse de que sus muslos cubrieran de manera completa la cabeza de Austin. ¿El resultado? Una espeluznante caída que aun duele verla 20 años después.

https://youtu.be/OKYYsg-jMfU

Si se fijan, al finalizar la movida, Stone Cole levanta su cabeza y le trata de decir algo a Owen Hart y luego al árbitro. ¿El mensaje? "No siento mis manos". El creador de la paralizadora había quedado paralizado pero de verdad, sin poder moverse por varios segundos. La pelea se vuelve incómoda, ya que Owen Hart se para y trata de calmar al público. Los comentaristas no sabían que pasaba y se preguntaban ¿por qué Owen no cubría a Stone Cold, si es que estaba en el piso?

Nadie entendía muy bien que pasaba ya que no había un protocolo claro para estos casos. Hoy en día, la pelea se habría detenido de inmediato, pero Austin quería seguir porque, por el guión, le correspondía ganar.

Finalmente recupera algo de su movimiento, y desde el piso, cubre a Hart para quedarse con su nuevo título. Tienen que llegar tres oficiales para ayudarlo a pararse y salir del ring. A pesar de lo que se dice, a Steve Austin no le rompieron el cuello ese día, pero si tuvo una lesión nerviosa que perfectamente lo pudo haber dejarlo parapléjico.

Por suerte, la lesión se recuperó de manera rápida y meses después ya estaba de vuelta en la pista, pero con problemas en la zona que adelantaría su temprano retiro a los cortos 38 años, varios años después.

Pero también significó un quiebre en la relación de Austin y Owen Hart, no por haberlo lesionado -considerando que Steve Austin hizo lo mismo en una lucha durante su carrera en Japón- sino que porque tras la pelea, Owen no lo llamó para ofrecerle disculpas ni se preocupó de su lesión.

Un hecho que se nota incluso en el episodio de tributo a Owen Hart luego de su trágica muerte: cuando le toca a Stone Cold realizar su tributo, prefiere tomar una cerveza en su honor en vez de dedicarle palabras.