Gracias a su dinámica con Steve Harrington (Joe Keery) y Dustin Henderson (Gaten Matarazzo), Robin (Maya Hawke) no tardó en convertirse en uno de los personajes favoritos de los fanáticos en la tercera temporada de Stranger Things.
Después de todo, la compañera de trabajo de Harrington en la heladería Scoops Ahoy no solo probó ser un aporte al querido dúo, sino que sorprendió a muchos con una revelación sin precedentes para la popular serie de Netflix.
Spoilers de Stranger Things 3 a continuación.
En el penúltimo capítulo de Stranger Things 3, y cuando aún ambos estaban bajo los efectos de las drogas suministradas por los rusos, Robin le confiesa a Steve que es gay, convirtiéndose así en el primer personaje abiertamente LGBT de la serie.
Por supuesto, esta revelación tomó por sorpresa tanto a Steve como a los espectadores considerando que anteriormente Robin había dado a entender que, cuando ambos estaban en la escuela, ella estaba "obsesionada" con Harrington.
No obstante, la serie creada por los Hermanos Duffer propone que ni Steve ni la audiencia entendieron bien las palabras de Robin, y que ella no miraba a Steve porque estaba enamorada de él, sino porque la chica que le gustaba, Tammy Thompson, estaba interesada en Harrington y no en ella. Algo que finalmente Steve comprende y ambos comienzan a reírse de las aspiraciones a cantante de Thompson.
En ese sentido, la confesión de Robin no solo es interesante en materia de representación para Stranger Things, sino que además ofrece una sorpresa desde el punto de vista narrativo. Un hecho que tiene muy satisfecha a la actriz tras el personaje, Maya Hawke.
En una entrevista con The Hollywood Reporter, Hawke explicó que considera importante que una serie tan popular como Stranger Things finalmente haya incluido a un personaje gay, y más aún que presente parte de su historia en medio de un momento clave de la acción.
"Lo bueno de Stranger Things es que tiene un gran alcance y mucha gente lo ve en el país", dijo Hawke. "Incluso un pequeño gesto como tener un personaje gay es algo importante. Es maravilloso tener una parte de esa humanidad involucrada en este gigantesco drama lleno de acción".
"Es una cosa increíble que hicieron los Hermanos Duffer, al detener todo el espectáculo. Hay una escena de acción en (otra parte del episodio), y se detiene para una conversación de siete minutos entre dos personas que realmente se preocupan el uno por el otro. Es algo realmente hermoso. Me siento muy afortunada de poder interpretar eso", añadió.
Cuando la audiencia conoce a Robin en el primer episodio del nuevo ciclo de la serie, el personaje se presenta sin revelar mucho respecto a su vida e intereses. Sin embargo, a medida que se va involucrando más con el entramado de los rusos y todo lo que han vivido Steve y Dustin, termina por abrirse más al resto de los personajes.
"Robin comienza la temporada con muchos muros fuertes", comentó Hawke. "Cuanto más se involucra con este misterio, más se vuelve a sí misma. La razón por la que tiene todas estas paredes es porque no siente que encaja. Se siente como una extraña. Es gay y nadie sabe eso. Hay muchas cosas por las que está aburrida, y está demasiado nerviosa como para expresarse a sí misma (...) Pero una vez que estos otros personajes comienzan a revelarse a sí mismos (...) al frente de una misión, su personalidad realmente se manifiesta porque se siente como ella misma. Puede usar sus habilidades, puede ser útil y nada hace que una persona se sienta mejor que ser útil".
Por ahora Netflix todavía no anuncia de manera oficial una cuarta temporada de Stranger Things, pero todo apunta a que eventualmente la plataforma renovará a su serie más exitosa. Así, soñando con un eventual regreso de Robin, Hawke espera poder seguir explorando la vida de su personaje.
"Espero que se revele más y más de ella. Lo sorprendente del programa es que cada temporada aparece más sobre los personajes", señaló Hawke antes de desear que Robin tenga una evolución en la línea de Steve, quien ha cambiado bastante en las tres temporadas.