Summerslam: The Undertaker vs The Undertaker
Uno de los momentos más curiosos en la historia de la industria tuvo lugar en la edición de 1994 del evento más caliente del verano. En aquella oportunidad, "El Enterrador" debió demostrar su valía frente a un idéntico impostor que aseguraba ser el verdadero.
Durante sus más de veinticinco años de trayectoria en la WWE, The Undertaker enfrentó de todo: a los ídolos de la afición, villanos, gigantes, nuevas promesas e incluso a su hermano. Y bajo todas las estipulaciones: se lo vio encerrado en ataúdes; lanzar a sus oponentes desde lo alto de la celda infernal; enterrado vivo y también en el mismísimo infierno, con fuego rodeando el cuadrilátero.
Pero no cabe duda de que una de sus luchas más llamativas fue la que tuvo lugar en el Summerslam de 1994. En la séptima edición del evento más caliente del verano, The Undertaker debió enfrentarse nada más y nada menos que ante The Undertaker. Sí, contra sí mismo.
En medio del recambio generacional de la empresa, que vio erigirse como las grandes estrellas a Bret Hart y Shawn Michaels, "El Enterrador" tenía asegurado un papel estelar. En enero, en Royal Rumble, el del Valle de la Muerte incluso tendría una oportunidad titular, ante Yokozuna. Sin embargo, una lesión de espalda lo privaría de campeonar. Peor aún: lo sacaría de la empresa por un tiempo.
La lucha, de hecho, se vendió de modo que "El Hombre Muerto" fuese derrotado, pero sin quebrantar esa imagen de monstruo: nueve luchadores debieron intervenir para que el japonés finalmente se impusiera, encerrando a The Undertaker en el ataúd. Tras la derrota, se ausentó para recuperarse debidamente.
Sin embargo, durante ese lapso, un falso Undertaker tomó su lugar. Idéntico: prácticamente del mismo tamaño, mismos ropajes y misma voz, cabello largo y negro, Tumbas a diestra y siniestra, no había quién lo reconociera. Pero había una diferencia clave: el nuevo "Hombre Muerto" era manejado por Ted Dibiase.
Ante el confuso escenario, WWF anunció la vuelta de The Undertaker para Summerslam. Se enfrentaría al impostor manejado por el hombre del millón de dólares para dirimir quién era el verdadero.
Así, el 29 de agosto de 1994, tras siete meses de ausencia, bajo la atenta mirada de los más de 23 mil espectadores que se dieron cita en el United Center de Chicago, The Undertaker respondió al llamado de Paul Bearer y regresó. Fue la lucha estelar de la velada, se le dio incluso más importancia que a la batalla entre los hermanos Hart por el Campeonato de la WWF.
Durante casi nueve minutos, ambos monstruos se enfrentaron sin un dominio claro. Sólo sobre el final, el verdadero Undertaker rompió la paridad, soportando una Garra Contralona y posterior Tumba Rompecuellos para responder con tres de sus Tombstone en línea, llevándose la victoria. Ante la desazón de Dibiase, "El Hombre Muerto" volvió más fuerte que nunca. Y se aseguró que su impostor no volviera más, enterrándolo en un ataúd tras el combate.
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La lucha, pese a ser la guinda de la torta en el cartel de Summerslam, fue más bien irrelevante: un decoro más para el regreso de The Undertaker. Aun así, se transformó en uno de los momentos más llamativos en la historia de la industria. Y marcó un precedente: en 2006, durante Vengeance, precisamente el hermano del "Hombre Muerto", Kane, debió enfrentarse a un falso Kane.
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