Superman se transformó en un hito desde su publicación en abril de 1938. Como parte de la antología Action Comics, el hombre de acero se instaló como un faro de luz, un inmigrante de otro mundo que enfrentaba a criminales y políticos corruptos que malograban la vida del ciudadano común y corriente.

Más de 130 mil ejemplares se vendieron de la primera tirada de impresión, considerado todo un éxito para la época. Elevando las cifras de forma sostenida, para el número 16 de Action Comics, la editorial logró vender más de 625 mil revistas. Todo un hito. Transformado en un éxito, Superman inevitablemente dio el salto a otro medio y así el primer superhéroe tuvo sus propios cortos de animación.

Los hermanos Max y Dave Fleischer fueron contactados por Paramount Pictures, ya que en el estudio estaban entusiasmados con la idea de sacar su pedazo de la cada vez más lucrativa torta que representaba el último hijo de Krypton. Su idea de realizar cortometrajes cinematográficos, sin embargo chocaba con la sobrecarga de Fleischer Studios.

Max y Dave, enfocados en rechazar el proyecto para no asumir más carga de trabajo, acordaron hacer los cortos bajo una condición: que cada episodio tuviese un presupuesto exorbitante de $100 mil dólares por cortometraje. Esa propuesta, creían, haría que Paramount los rechazase debido a que la cifra era cuatro veces superior a lo que ocupaban para hacer cada episodio de seis minutos de Popeye El Marino.

Sin embargo, el estudio entró en negociaciones formales y el presupuesto final quedó fijado en $50 mil dólares. Es decir, más de $800 mil dólares actuales por capítulo para dar vida al héroe en bellos cortametrajes dedicado a un héroe con particulares características.

Más rápido que una bala.

Más poderoso que una locomotora.

Con la capacidad de saltar rascacielos de un solo salto.

Un 26 de septiembre de 1941 se estrenó el primer episodio titulado Superman, también conocido como "El Científico Loco". El actor Bud Collyer, el primer en interpretar al hombre de acero en la serie de radioteatros, se encargó de la voz del superhéroe, mientras que Sammy Timberg compuso la música a partir de sus colaboraciones previas con los hermanos Fleischers. El corto, nominado a los Premios Oscar, fue todo un éxito.

En la realización del cortometraje se utilizó de forma restringida el proceso de rotocospia, que traza dibujos de animación a partir de grabaciones live-action, con el objetivo de dar más realismo a los movimientos del azuloso.

Los cortos se transformaron en un faro que influenció posteriormente a obras de animación como Batman: La Serie Animada, debido a sus elementos de retrofuturismo y diseños art-deco. Junto al protector del bien, también hubo máquinas que ponían en riesgo a La Tierra, en un soberbio estilo de animación que nos entregó a uno de los mejores Superman de todos los tiempos. Uno muy cercano a la creación original de Jerry Siegel y Joe Shuster, pero que no era del todo igual.

Quizás el aporte más importante de los cortos de Superman de los hermanos Fleischer radicó en entregarle al héroe su poder más llamativo: la habilidad de volar. En los cómics de la época, el hombre de acero solo podía saltar edificios. Pero al traspasar esa habilidad a la animación, los hermanos Fleischer consideraron que el resultado se veía muy raro. Con el permiso de la editorial, los hermanos le dieron por primera vez la habilidad de volar a Superman.

https://www.youtube.com/watch?v=sjdnCC6n4xk

Los cortos de los hermanos Fleischer están en dominio público y pueden ser vistos a través del canal de Youtube en Warner Bros., lo que nos entrega un vistazo a estos verdaderos clásicos de la animación que no deben ser olvidados.