La noche del 28 de diciembre, la policía de la ciudad de Wichita, del estado de Kansas, disparó y dio muerte a un joven de 28 años llamado Andrew Finch, luego de acudir al lugar tras recibir una denuncia telefónica sobre un secuestro en la casa en la que habitaba. Un grave caso de violencia policial que se pone aun más oscuro cuando sabemos que Finch no sólo era inocente sino que fue puesto en esa posición por una broma de internet.
La policía acudió a una denuncia falsa, hecha con una dirección que también era falsa y cuya única consecuencia real fue la muerte de Andrew. Todo esto, gracias a una cada vez más cuestionable práctica del mundo del streaming de videojuegos llamado Swatting.
El término Swatting lleva mucho tiempo en el mundo de los juegos online, pero se hizo particularmente famoso cuando en el año 2008, el propio FBI preparó un documento en el que describía esta nueva práctica, una evolución retorcida de las bromas telefónicas, para intentar frenar su avance.
¿En qué consiste el Swatting? Se trata de una práctica en la cual una persona hace una llamada al servicio de emergencia reportando una situación extrema como secuestros, violencia y disparos, tras lo cual la policía debe despachar un grupo de efectivos para neutralizar la situación. Como ya lo hemos visto en series y películas, las unidades SWAT están armadas con instrumentos de alto calibre, pensados principalmente para lidiar con grupos terroristas o delincuentes bien armados. La idea del swatting es que los jugadores realizan estas llamadas para que una unidad del SWAT llegue a la casa de un rival, interrumpa su juego y le de un buen susto.
Con el tiempo, el Swatting ha ido evolucionando e incluso se ha usado para molestar a celebridades como Justin bieber, Ashton Kutcher o Lil Wayne, lo que ha motivado a crear legislación en contra de quienes crean estas bromas, las cuales no sólo tienen un alto costo en dinero para los servicios policiales, sino que también mantienen ocupadas a unidades que podrían ser llamadas para cubrir una emergencia real. Por lo general, la gente que hace swatting es muy mal vista dentro de la comunidad, lo que no quita se siga haciendo.
Y fue precisamente sto lo que ocurrió la noche del jueves pasado, cuando durante una partida de Call of Duty: World War 2, dos jugadores llamados MiRuHcle y Baperizer comenzaron a discutir, lo que terminó con MiRuHcle enviando su dirección personal a Baperizer, desafiándolo a que le hiciera un swatting si es que de verdad se atrevía.
El problema es que MiRuHcle nunca pasó su dirección, sino que la de Andrew Finch, sin que ambos tuviesen relación. Baperizer tomó estos datos y se los pasó a otro jugador, llamado SWAutistic, quien fue el que concretó la llamada, movió a las fuerzas especiales a la casa de Andrew y luego, tras un confuso incidente, Andrew terminó muerto por culpa de una partida de Call of Duty de la que ni siquiera fue parte.
Esta es la primera vez que se conocer una víctima fatal por culpa del swatting, por lo que claramente las alertas sobre esta práctica se han encendido. Al día siguiente, SWAutistic, cuyo nombre real es Tyler Raj Barriss, fue arrestado en Los Angeles.
El Swatting es quizás un perfecto resumen de todo lo malo que ocurre en la sociedad norteamericana: una fuerza policial militarizada que debe actuar ante cualquier llamado sólo por la precaución de no caer nuevamente frente al terrorismo y un grupo de jóvenes que se aprovecha de esto para generar bromas que luego comparten por Internet solo por los likes. Por eso, cuando sientas que tu día estuvo mal, recuerda que en este mismo instante un grupo de policías está allanando una casa simplemente porque alguien quiso hacer una broma.