Mientras Sylvester Stallone se prepara para comandar una nueva trilogía de acción, el actor también afina los detalles para dar la pelea en un tribunal.
El acto presentó una recusación ante un tribunal, acusando a Warner Bros. de cometer fraude en cuanto a las cuentas relativas a la película de 1993 llamada Demolition Man, más conocida por este lado del mundo como "El Demoledor".
Presentada ante la Corte Suprema de Los Angeles, el reclamo apunta a que el actor debía cobrar un monto importante luego de que la película generó más de $125 millones de dólares. No obstante, Sly sostiene que no recibió el 15% de la participación de las ganancias y que el estudio solo actuó una vez que su abogado hizo un reclamo formal en mayo de 2014.
Stallone también asegura que Warner Bros. aseveró que la película tuvo un déficit por $66.9 millones de dólares, pero no presentaron pruebas y solo le remitieron un cheque por $2.8 millones de dólares. "Los estudios son notoriamente avariciosos", acusa el actor respecto a una "deshonestidad intencional" en su contra, por lo que pide una revisión total de las cuentas, una explicación de la práctica de Warner Bros, intereses, daños y un fin a este tipo de no pagos en la industria.