La sombra de las malas películas previas de la franquicia parece haber sido suficiente como para impedir que Terminator: Dark Fate fuese un éxito en su estreno.De hecho, es todo lo contrario, ya que se estipula que perderá bastante dinero para los estudios y financistas involucrados.
A pesar de contar con los regresos de Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger, lo que podría haber sido un gancho más que suficiente para convocar a más audiencia, la película solo logró recaudar $29 millones de dólares durante su primer fin de semana en Norteamérica, los que se sumaron a los $72.9 millones de dólares que hizo en el resto del mundo.
Sumado a algunos lanzamientos anticipados en algunos países del mundo, la película ya recauda $123 millones de dólares a nivel mundial, lo que representa una mala cifra para una producción que costó $185 millones de dólares y que gastó alrededor de $100 millones de dólares en costos de marketing y pagos de distribución.
En ese escenario, en Variety aseveran que la película perderá $100 millones de dólares durante su exhibición en cines alrededor del mundo, ya que Dark Fate necesita $450 millones de dólares solo para recuperar el dinero invertido.De hecho, nada indica que se acercará a esa cifra y se estima que no superará los $70 millones en Estados Unidos y, a nivel mundial, con suerte pasaría la marca de los $200 millones de dólares.
Las licencias de TV, streaming y las ventas en Blu-Ray y DVD ayudarían a bajar las perdidas, que al menos no son afrontadas por un solo estudio, ya que la inversión fue hecha por Paramount, Skydance y Disney, a través de 20th Century Fox, y los inversores chinos de Tencent.
Más allá de esos números, Terminator: Dark Fate ha tenido una mejor recepción con la audiencia en Estados Unidos, obteniendo una calificación B+ en el Cinemascore, mientras que la recepción crítica alcanza a un 69% en Rotten Tomatoes. Números muy superiores a lo que logró, por ejemplo, el descalabro de Terminator: Genysis.