¿Qué quieren los remanentes del imperio con “El Niño? ¿Por qué es tan valioso “Baby Yoda” para las fuerzas de Moff Gideon? Ese tipo de preguntas, que marcaron a la primera temporada de The Mandalorian, volvieron al tapete con el más reciente episodio de la serie: The Siege.
Todo tiene relación con el hecho de que la misión ahora es una sola: reunir al pequeño con los Jedi, una orden de protectores de la galaxia que es totalmente desconocida para Din Djarin (Pedro Pascal), quien vivió en el ostracismo de su grupo mandaloriano.
Pero en esa travesía, el interés imperial volvió a ser puesto en la primera línea una vez que la Razor Crest requiere de reparaciones y debe trasladarse hasta el planeta Nevarra, instalándose ese lugar - en donde se desarrolló el final de la temporada anterior - como la previa antes de seguir el rumbo hacia Corvus, el lugar en el que aparentemente está Ahsoka Tano.
Los secretos de Gideon
Una vez en compañía de sus viejos aliados, Djin acepta una misión aparentemente fácil, ya que el único obstáculo para la paz en el planeta es una vieja base imperial. Claro que lo que el Mando, Greef Karga (Carl Weathers) y Cara Dune (Gina Carano) terminan encontrando es un laboratorio en el que secretos experimentos se han llevado a cabo.
Tras irrumpir por clásicos corredores imperiales, los héroes dan con un par de científicos que, ante la adversidad, solo quieren destruir un disco duro que podría revelar lo que están haciendo. Aunque la serie no explica qué hay detrás de todo, si entrega señales claras con sujetos de pruebas con forma humanoides.
En el camino, también surge un mensaje del doctor Pershing (Omid Abtahi), el científico que trabajó con el Cliente en la temporada 1 y que revela que han realizado varios ensayos los que han terminado en fallas catastróficas.
“Hubo efectos prometedores durante quince días enteros, pero luego, lamentablemente, el cuerpo rechazó la sangre. Sin embargo, dudo mucho que encontremos un donante con un recuento M más alto. Recomiendo suspender toda experimentación”, explica.
El recuento M tiene relación con los Midiclorians, el vilipendiado concepto que introdujo George Lucas en el Episodio 1: La Amenaza Fantasma y que a grandes rasgos daba una explicación de la Fuerza. A grandes rasgos, las personas con un conteo mayor de midiclorians, como es el caso de Anakin o Yoda, son más poderosas, pues estas criaturas viven en simbiosis al interior de todos los series vivos y la Fuerza “habla” a través de estos series microscópicos. A mayor cantidad, mayor poder.
En esa línea, Pershing explica que agotaron el suministro inicial de la sangre que habían recolectado de “El Niño”, el cual es pequeño y solo se puede cosechar una cantidad limitada de sangre sin matarlo. “Si estos experimentos son para continuar según lo solicitado, volveríamos a requerir acceso al donante. No lo decepcionaré nuevamente, Moff Gideon“, finaliza el mensaje.
Como The Mandalorian está situada cinco años después de El Retorno del Jedi, la Primera Orden aún no ha entrado en acción, por lo que la serie bien podría profundizar en dichos orígenes. Al mismo tiempo, como Snoke es un clon, y los fieles al Sith experimentaron en su creación, eventualmente todos estos experimentos del doctor Pershing podrían tener relación con Palpatine, quien ahora sabemos que sobrevivió por métodos “no naturales”.
Pero aquello por ahora es solo especulación, ya que una señal más poderosa se da en los últimos minutos del episodio. Ahí vemos a Gideon a bordo de su nave junto a una serie de soldados imperiales con armaduras negras en estado de suspensión, los que tienen relación con los experimentos llevados a cabo.
Con esa última breve y misteriosa escena en cuenta, es factible que todo tenga relación con el desarrollo de una nueva legión de guerreros que sean sensibles a la fuerza, pero creados de forma artificial. Y dicho concepto ya ha sido parte de novelas de la saga, como el libro “In His Image”.
En ese sentido, ahora está mucho más claro que Gideon quiere al Niño solo porque su sangre tiene un alto conteo de midiclorians. De hecho, necesita esa sangre para sus objetivos, ya sea para comenzar a desarrollar los planes de la futura Primera Orden o, de forma más apropiada, para fines de su agenda propia.
Lo anterior suena mucho más apropiado, ya que el Moff tiene en su poder al Dark Saber de los Mandalorianos y, siendo el principal rostro de los remanentes imperiales, está claro que quiere expandir su guerra a través de la galaxia.
Para finalizar, solo queda considerar que una nueva poderosa guerrera sensible con la fuerza posiblemente entrará en la dinámica, como es el caso de Ahsoka Tano, por lo que a nadie le debería sorprender que Gideon y sus fuerzas contemplen finalmente hacerse de una fuente de sangre con midiclorians más contundente.