En el papel, la idea suena sumamente descabellada: Saltar desde un avión volando a 350 kilómetros por hora, a una altura de 7 mil metros solo para atrapar al villano en medio del aire.
Pero puesta en la práctica, es aun peor. Y precisamente eso es lo que tuvo que hacer el equipo de Misión Imposible 6 para cumplir la que quizás sea la acrobacia más alocada que se le ha ocurrido hacer a Tom Cruise en esta saga de películas marcadas por momentos ridículos: desde escalar un risco sin protección hasta aferrarse a un avión en despegue.
Fue el propio Cruise, junto a Christopher McQuarrie, el director de la película, quienes relataron el desafío de realizar esta acrobacia que al parecer será un momento clave de la historia.
La acrobacia tuvo varios desafíos, más allá del hecho de tener que saltar de un avión en movimiento: el primero, fue la legalidad de la pirueta, la cual solo podía hacerse tantas veces sobre los cielos de los Emiratos Árabes Unidos. Luego, estaba el tiempo del filmación: la toma tenía que hacerse en un atardecer, por lo que tenían pocos minutos en el día para lograrlo. Y finalmente estaba la cámara, ya que de nada servía que Cruise estuviese saltando si nadie lo grababa. Para eso, el operador de la cámara tuvo que saltar de espaldas y con una cámara en su cabeza, por lo que sólo pudo grabar por instinto.
Al final, se requirió que Cruise saltara 106 veces del avión para obtener solo tres tomas que son las que veremos en la películas y seguramente en los extras del BluRay, que a estas alturas, puede que termine siendo incluso más interesante para ver que la sextra entrega de Misión Imposible.