Tom Cruise ha demostrado a lo largo de su carrera que no le tiene miedo a casi nada. A sus 57 años, el actor sigue haciendo sus propias acrobacias, incluso cuando estas han aumentado de riesgo después de seis películas de la franquicia Misión Imposible.
Pero esta vez quizás fue más allá, ya que el actor pagó por lecciones de vuelo antes de comenzar el rodaje de Top Gun: Maverick, la secuela del clásico ochentero.
En una entrevista con la revista Empire, Cruise mencionó que: "nunca ha existido una secuencia aérea como las que hemos hecho". El actor se piloteó jets F-18 e hizo que el resto del elenco hiciera lo mismo.
La revista también habló con Jerry Bruckeheimer, productor de la película, quien mencionó que Cruise jamás hubiera accedido a hacer la secuela si debían usar efectos especiales para las secuencias aéreas. Según el actor, si había algo que podrían lograr sin usar efectos, lo haría. "Me empecé a emocionar de tener un gran desafío", dijo.
En cambio, en la primera película, que data de 1986, cuando Bruckheimer intentó poner al elenco en verdaderos jets F-14 fue "desastroso", ya que todos vomitaron, excepto por Tom. "La mayoría fue hecho en suspensión de cardán", una técnica de grabación que utiliza una plataforma motorizada para estabilizar la imagen ante movimientos bruscos.
Esta vez Tom Cruise quería subirse a un jet y grabar en él, lo cual requirió un entrenamiento especializado para filmar. Según el actor, eso dará buenos resultados en el producto final.
Top Gun: Maverick está programada para llegar a los cines el 26 de junio de este año.