Después de la disputa legal entre Uber y el Estado de California, el cuál implementó una ley que obligaba tanto a la compañía como a otras aplicaciones especializadas en delivery a contratar a quienes prestan servicios en la aplicación, en vez de tratarlos como contratistas independientes, la empresa decidió implementar una nueva característica para trabajar sin romper la ley y mitigar los efectos de esta.
Es así que en su experimento han decidido permitir que los conductores de la aplicación propongan sus propias tarifas para los clientes, lo cual puede llegar hasta cinco veces el precio al que estaban acostumbrados.
A partir de este martes varios conductores que han estado operando en aeropuertos y lugares de muchos tráfico, y ya comenzaron a utilizar este sistema. Algunos realizaron aumentos de un 10% a la tarifa tradicional y otros han aumentado el precio en más de un 100%.
Aun así, cuando alguien solicita un Uber, la aplicación le entregará el viaje al conductor más cercano con la tarifa más baja, por lo que aquellos que cobren más caro van a tener menos oportunidades de realizar viajes.
La aplicación está concentrada en darle más autonomía a los conductores y, según la compañía, esta es "parte de una serie de iniciativas" que probablemente están diseñadas para validar el argumento de que son una plataforma tecnológica y no un servicio de transportes.
Si el experimento funciona, es probable que Uber mantenga la iniciativa y la replique en otros lugares para no tener problemas legales. Pero para los usuarios esto pone una cuota de incertidumbre, ya que probablemente algunos se retiren de la aplicación si se elevan demasiado las tarifas, haciendo que hayan menos viajes y, por lo mismo, varios conductores opten por otras plataformas.