Uno de los aspectos más innovadores de la Playstation 5 sin duda es la tecnología impulsada por el control DualSense.

No solo eso debe a su excelente desempeño en las características que todo jugador ya espera en un dispositivo de este tipo, como el control por movimiento o la acción del altavoz incorporado, sino que también al nuevo aporte de la retroalimentación háptica, impulsando la inmersión a través de la vibración, y los mecanismos implementados para sacar jugo a los gatillos adaptativos que operan dependiendo de las acciones que estemos realizando.

En ese escenario, ahora la compañía Sony impulsó el lanzamiento de los DualSense Edge, la nueva versión más costosa de su control para PS5 que busca brindar una alternativa premium para todos los jugadores.

Lo primero que es relevante de destacar es que la propuesta de este nuevo control utiliza la base del modelo básico, pero agregando algunos extra, entre lo que se encuentra una amplia gama de personalización como reasignar botones, desactivar otros, cambiar los análogos, ajustar la sensibilidad o definir parámetros de los joysticks para beneficio de los jugadores.

A grandes rasgos, el DualSense Edge permite afinar todo a la medida de cada jugador, por lo que también incluye tapas y botones intercambiables, además de módulos sustituibles que alargan la durabilidad.

Dichos aspectos obviamente son el principal gancho de una apuesta como esta, la cual brinda un dominio mayor para las experiencias competitivas “pro” e incluye un tutorial para aprender rápidamente a jugar con la personalización, por lo que no es difícil adecuarse a la experiencia. Por ejemplo, si necesitan generar mejores pulsaciones en juegos de disparos, la opción está aquí a la mano al operar con cuervas predeterminadas que permiten tratar con los análogos dependiendo del tipo de juego que queramos experimentar.

Claro que el aspecto competitivo no es lo único que opera a la hora de la personalización, ya que en cualquier juego se puede configurar otros botones para activar L3 y R3, como es el caso de los botones traseros configurables, lo que entrega más libertad al evitar tener que presionar los análogos. En juegos como FIFA 23, por citar una alternativa, aquello sirve para realizar los trucos de una forma más fácil.

Lo anterior tampoco representa la única propuesta de este dispositivo. El DualSense Edge también permite guardar varios perfiles de control, por lo que no es necesario realizar modificaciones a cada momento. Además utiliza una interfaz que permite realizar ajustes sin salirse del juego, por lo que todo está pensando para operar de la forma más fluida que sea posible.

Por otro lado, más allá de que una primera impresión pueda apuntar a que el Edge luce muy similar a un control básico, este nuevo DualSense incluye algunos cambios visuales que también aportan a su apariencia premium... y no solo me refiero a la inclusión de un touchpad y botones negros. Es decir, aunque la diferencia inicialmente está marcada por la inclusión de los botones inferiores que ayudan a cambiar los perfiles de juego, o los traseros que ajustan los triggers adaptativos, también hay líneas de diseño diferentes para entregar una presentación más balanceada.

Al finalizar, quizás lo más llamativo de destacar es que el DualSense Edge opera tal y como se espera de un control “pro”, pero al mismo tiempo tiene una pequeña merma al contar con una batería menos poderosa que un control básico. O sea, requiere de una carga más constante. Quizás por eso mismo incluye un cable de carga más largo.

Y claramente dicho detalle será un tema a sortear para una parte no menor de los jugadores, pero esa situación se compensa por el hecho de que mejora la propia innovación que ya representaba el DualSense. El aspecto de la personalización, las piezas intercambiables o la definición de la sensibilidad para tipos de juegos específicos ayudan a justificar su propuesta. Lo único que no se puede evadir al final es que el DualSense Edge es un dispositivo tan costoso, que vale más que tres controles básicos de PS5. Y eso, a la larga, sí que representa una barrera no menor.

El DualSense Edge ya está disponible a un precio de $249.990 pesos chilenos en el retail.