Animal Crossing: New Horizons es el juego del momento.

No solo en términos de ventas, en donde ya está siendo elevado como uno de los títulos más exitosos en su lanzamiento en toda la historia de Nintendo, sino que también por lo que concierne a la repercusión de su propuesta, lo que ha dado pie a una gigantesca comunidad.

Visitar nuevos lugares, comprar nabos, intercambiar frutas y acceder a nuevas instrucciones son pan de cada día. Pero también lo son algunas irrisorias precauciones que los jugadores llevan adelante para evitar que otros arruinen sus islas al momento de recibir visitas por conexión en línea.

En ese sentido, más de alguien pone vallas y diversas barreras para definir qué es lo que otros jugadores pueden visitar en cada terreno. Pero las precauciones no son la panacea.

Tomen como ejemplo la siguiente jocosa denuncia que se ha viralizado a través de redes sociales y que proviene de un grupo de Facebook dedicado a este juego. Algo que se enmarca en el contexto actual en el que el concepto de funa ha perdido su sentido original.

Hola grupo, sabía que esto pasaría tarde o temprano.

Pero vengo a funar a [censurado] por robarme frutas. No tengo fotos del momento exacto, pero lo hizo.

Fue a un árbol al borde del río, bien lejano y difícil de llegar, pero lo seguí porque se me hizo raro que estuviera tanto rato en mi isla.

¿Saben lo que robo? 2 peras todas cagás y pobres. La pera es mi árbol de la isla, tengo millones, así que tú, lector, antes de juzgar: “ay, pero es una fruta. Ay, pero porque no cerró la isla (siempre lo hago, ahora no, porque tengo en alta estima a este grupo, presente verbal). Ay pero no tiene foto de perfil. Ay pero tengo que poner una crítica porque esta sociedad me ha enseñado a ser falta de empatía, a callar cuando no es necesario lo que tengo decir”.

Si me pedía le daba las frutas, qué tanto. Son weas que vuelven a crecer y etc, etc. Lo penca es la desconfianza que genera, no quiero andar siguiéndote por mi isla prensando lo peor de ti si te invito.

No cuesta nada comunicar un deseo, pero sí cuesta mucho reparar la confianza.

Hice la denuncia por el juego y también lo hago por acá

PD: No son las peras, son la confianza :)

Anónimo

¡Que alguien juzgue a ese bandido! Porque claro,no son las peras, son la confianza”.