Al menos en el fútbol chileno, nadie le ha podido probar alguna de sus andanzas. Sin embargo, carga con una triste fama. Tampoco tiene cédula de identidad, y sólo se le conoce como el "Hombre del Maletín", un ser que acostumbra a aparecerse en la parte final de cualquier torneo. Podría hacerlo en las primeras fechas pero lo evita: perdería su esencia y su aura.
No existen fotos que lo retraten, pero se le puede describir: Un señor vestido íntegramente de negro, con guantes negros (quizás para no dejar huellas) y que porta un maletín también negro y que está lleno de billetes.
El "Hombre del Maletín" es un ser mitológico. Existe, pero no hay registros de su presencia cuando está en juego un título o un descenso. Eso sí, y aunque no hay una fecha establecida, su nacimiento se produjo en los tiempos en que los equipos del balompié nacional pagaban los sueldos a sus jugadores los días 105 de cada mes.
Si se toma en cuenta que la gran mayoría de los campeonatos y las pérdidas de categoría en el fútbol chileno se definieron en diciembre de cada año o en enero si es que el calendario se atrasaba (los "inviernos de antes" eran más bravos que los de ahora y provocaban prolongadas suspensiones), la presencia del "Hombre del Maletín" podía verse como tentadora ¿A alguien le vendría mal una platita extra para financiar la navidad y el año nuevo, más si el sueldo se cobraba recién el día 105?
A pesar de la mala fama, el "Hombre del Maletín" es generoso pues nunca entrega el dinero sólo a una persona sino que lo reparte en todo el equipo. Es decir, todos tocan su porción. A lo sumo, algunos quedan fuera, pero hay reparto en esta pasada. Muy diferente a las mafias de las apuestas, las que generalmente otorgan "incentivos" a ciertos jugadores: al delantero que las tire afuera, al defensa para que cometa faltas cerca del área o al arquero para que se quede parado en un tiro libre...
El "Hombre del Maletín" es la razón por la que -se dice- un equipo ya descendido -o sea, el primero, segundo o como mucho tercero más malo de todo un campeonato- juega como si fuera el Brasil de 1970 el partido que puede dejar sin título al gran favorito, que le ganó durante la temporada a todos los demás (incluso de visita, en la ronda anterior, a este mismo equipo).
O bien, el "Hombre del Maletín" es el motivo -dicen las malas lenguas- por la que un equipo que no pasó de la nota 3,5 durante el torneo aparece en la última prueba con un 7,0 y, de esta manera, evita el infierno y asegura una temporada más en Primera.
Se ha hablado de él en muchas ocasiones, como en aquel 7-1 de Palestino a Rangers en Talca por la última fecha del torneo de 1994, resultado que salvó a los de Colonia de jugar la Liguilla de Promoción que terminó disputando Coquimbo Unido. Pero como se ha señalado, nadie ha podido confirmar alguna de sus correrías y hasta ahora se ha salvado de caer a los tribunales que podrían enviarlo al corredor de la muerte.