Una demanda contra Amazon otra vez pone sobre el tapete que las compras digitales solo son licencias

Amazon, como parte de su servicio de streaming que en Estados Unidos también arrienda y vende películas en formato digital, presentó una moción para que la justicia desestime una demanda colectiva presentada en su contra en abril pasado

La acción ejecutada en contra de la letra chica de las compras digitales fue iniciada por una usuaria descontenta llamada Amanda Caudel, la cual reclama algo que cada cierto tiempo sale a la luz, pues no pocos usuarios desconocen que el contenido digital no está garantizado.

Es decir, si compran o arriendan una película, estas podrían dejar de estar disponibles, ya sea por temas de derechos o por el propio fin de una plataforma.

De ahí que mientras la usuaria recalcó que Amazon “secretamente se reserva el derecho” de terminar el acceso de los consumidores, la compañía argumentó de vuelta que en el contrato está especificado que no vende los videos. Solo extiende licencias para verlos.

El foco principal de la defensa de Amazon apunta a que no ha engañado a los clientes, ya que los notifica - en los contratos que pocos leen - de que están pagando por “visualización bajo demanda durante un período de tiempo indefinido”. En esa línea, la aceptación de esos términos es vinculante.

“Los términos de uso se presentan a los consumidores cada vez que compran contenido digital en Amazon Prime Video. Estos términos establecen expresamente que los compradores obtienen solo una licencia limitada para ver contenido de video y que el contenido comprado puede no estar disponible debido a la restricción de la licencia del proveedor u otras razones”, recalcó el abogado David Biderman.

En otro punto de la defensa, desde Amazon argumentan que todas las películas que Amanda Caudel compró siguen estando disponibles, por lo que no ha sufrido un perjuicio que valide su acusación de “publicidad engañosa” o “competencia desleal”.

A la larga, todo este tema sirve para poner este tema una vez más sobre la mesa: si compran o arriendan una película digital, no significa que siempre estarán a su disposición. Son solo una licencia de tiempo indefinido que no se puede igualar a la idea de propiedad que cargan los discos físicos.