Desde que comenzó hace más de una década, la serie animada de Clone Wars estaba marcada por la cargada mochila de la precuelitis.
De ahí que personajes como Ahsoka Tano o Rex inicialmente parecían tener su destino sellado, debido al inevitable fin de los jedis y el incierto futuro que tienen los clones ante el auge del Imperio de Palpatine.
Cuando la serie fue concluida con anticipación, con la quinta temporada del año 2013, el destino de ambos personajes quedó en el aire. Pero la nueva serie Star Wars: Rebels estableció no solo que ambos sobrevivieron a la Orden 66, teniendo en claro que Ahsoka alcanzó a dejar la orden jedi y el clon se sacó el chip inhibidor para no cumplir el letal mandato del nuevo Emperador.
En ese contexto, y ante el inevitable fin de la serie, el penúltimo capítulo de Star Wars: Clone Wars, titulado simplemente como “Shattered” (Destruido), se desarrolla precisamente en el contexto de los sucesos principales del Episodio 3, La Venganza del Sith.
Spoilers a continuación.
El resonar de la caída de Skywalker
Tal como venía estableciendo la serie, la acción comienza en Mandalore, lugar al que Ahsoka se trasladó para derrotar a Darth Maul, quien había tomado control con la esperanza de atraer a Obi-Wan y Anakin.
En ese planeta planeaba matarlos, logrando de un golpe tanto su venganza contra Kenobi como el poder arruinar los planes de Darth Sidious para tener a su Darth Vader. Mal que mal, Maul tuvo una visión sobre el futuro que depara a Skywalker.
Pero una vez que la paz parece haber sido recuperada en Mandalore, la semilla de la discordia entregada por Maul comienza a carcomer a Ahsoka.
Con el consejo Jedi ya en alerta ante los poderes especiales de Palpatine, y la cercanía del triunfo definitivo ante los Separatistas, Ahsoka no logra tener una conversación con Anakin, ya que los sucesos del Episodio 3 están en plena ejecución. Es decir, Obi-Wan está ad-portas de derrotar a Grievous y Anakin está junto a Palpatine.
Aún así, ella tiene la oportunidad de transmitir en privado su preocupación sobre Anakin al maestro Yoda, pero la desconfianza hacia las palabras de Maul finalmente impiden que exista algún tipo de alerta.
Por eso en el camino a Coruscant, para entregar a Darth Maul, finalmente ocurre la orden 66. La voz de Hayden Christensen se escucha claramente mientras Ahsoka siente la muerte de Mace Windu.
Frases como: “Lo necesito”, “¿Qué es lo que he hecho?" y “Poder Ilimitado” resuenan para hacer tambalear a Tano, quien se da cuenta de que algo ha hecho el maestro Skywalker.
Con la orden 66 ya decretada, Rex ratifica a Palpatine como Darth Sidious e intenta luchar contra sus impulsos programados. Pero el chip es lo suficientemente fuerte como para concretar el ataque contra Ahsoka.
Obviamente, ella logra escapar, iniciando una persecución a bordo de la nave para cumplir el mandato imperial: hay que erradicar con todo jedi y eso la incluye.
Soy uno con la fuerza y la fuerza está conmigo
En todo ese escenario, Star Wars: Clone Wars vuelve a las bases, bajo la idea que ha establecido a lo largo de sus temporadas. Más que la historia sobre los personajes de las películas, esta también ha sido la historia de los personajes originales. Por eso tiene mucho sentido que Ahsoka y Rex sean el foco de todos estos episodios.
Más allá de las conexiones que tienen que hacer para rellenar los vacíos generados por lo que establece Star Wars: Rebels, esta ha sido, por sobre todas las cosas, la historia de alguien que se alejó de los jedis, pero no de su código, y de un clon que es más que una mera réplica concebida para ser parte de un ejército uniforme.
El resto del episodio involucra a la liberación de Darth Maul por parte de Ahsoka, con el antiguo Sith limpiándose el camino sin mayores problemas pese a no contar con un sable de luz, mientras que el resto busca dar con las respuestas del actuar de Rex, inevitablemente liberándolo del chip, con todo y una cirugía improvisada.
En ese sentido, probablemente la decisión de alejarse de replicar en animación digital a lo ya visto en el Episodio 3 es la mejor ruta narrativa que pudieron haber tomado.
Los realizadores justifican completamente el camino, evocando la sombra del surgimiento del Imperio, tomando como eje a dos personajes que definen el corazón de Clone Wars. Al mismo tiempo, dice mucho que en el momento clave de la liberación de Rex, se repita la frase: soy uno con la fuerza y la fuerza está conmigo.
Con el fin formal de la guerra, solo queda resolver un último episodio, ya que aunque el sombrío escenario apagó toda esperanza, todos sabemos que será inevitable que resurja como un grito de rebeldía.