Microsoft, Nintendo y Sony transparentarán las probabilidades de las loot boxes

Microsoft, Nintendo y Sony, las tres principales compañías fabricantes de consolas, acordaron realizar una serie de nuevas políticas para los videojuegos que corren en sus dispositivos y que incluyen cajas de botín pagadas, también conocidas como loot boxes.

La Entertainment Software Association (ESA), que reúne a industria, informó que ahora se requerirá que los videojuegos revelen las probabilidades para ganar los artículos aleatorios en las cajas de botín. .

El anuncio fue realizado durante un taller sobre estos cuestionados artículos de pago en la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos. Electronic Arts, Activision, Blizzard, Bethesda, Ubisoft y otras publicadoras de videojuegos también acordaron cumplir este nuevo mandato que esperan tener en ejecución antes de fines de 2020.

Michael Warnecke, asesor de políticas tecnológicas de la ESA, explicó la medida "se aplicaría a los nuevos juegos y actualizaciones de juegos que agregan funciones de botín y requeriría la divulgación de la relativa rareza o las probabilidades de obtener elementos virtuales aleatorios en los juegos que están disponibles en sus plataformas".

Las loot boxes son una mecánica con la que las compañías ganan nuevos ingresos, más allá de lo que obtienen tras vender una copia de cada videojuego, lo que ha hecho que su uso se haya masificado en títulos tan populares como Fortnite o Overwatch, entre cientos de otros. Estas suelen ser cajas que entregan contenido aleatorio que generalmente no afecta al desarrollo, como elementos estéticos de trajes para tus personajes o las cartas del modo Ultimate Team de FIFA.

Sin embargo, las críticas se multiplican cuando sí afectan el juego, entregando ventajas frente a otros jugadores, lo que generalmente se da en títulos de dispositivos móviles. La discusión en torno a su uso también se debe a que algunos políticos las igualan con las apuestas, culpándolas también de aprovecharse de la adicción.

Pero es de esperar que con una mayor transparencia, y con las cartas sobre la mesa sobre la baja probabilidad de los artículos más preciados, se ajuste finalmente este polémico ítem.