Nada es sagrado en Hollywood. Cuando existe la posibilidad de explotar una marca, y esta es lo suficientemente conocida como para asegurar un piso, el negocio dará pie a que una saga, franquicia o película unitaria siga con vida con nuevas películas que reinicien, rehagan o sigan una historia. O todo a la vez, como lo han hecho las "reimekuelas" contemporáneas que son parte reinicio, remake y secuela al mismo tiempo.

Según una encuesta realizada por The Hollywood Reporter, en asociación a una consultora, existiría una postura favorable de parte de la audiencia para concretar un reinicio de Volver al Futuro. La encuesta se realizó a 2 mil 201 adultos y su resultado indicó que un 71 por ciento de las personas estaría a favor de un borrón y cuenta nueva de la clásica franquicia de ciencia ficción.

Muchas personas se preguntan por qué a la fecha Hollywood no ha reiniciado ni ha concretado secuelas de Volver al Futuro y la respuesta es una sola: el director Robert Zemeckis y el guionista Bob Gale pueden impedir por contrato la realización de cualquier película en la que no estén involucrados. Asimismo, ambos han dicho que no quieren extender la historia, ya que ya contaron lo que querían contar en la querida trilogía.

Eso no puede pasar hasta que Bob Gale y yo estemos muertos. Estoy seguro que ellos [en el estudio] la harán, a menos que nuestros herederos puedan detenerlos", explicó Zemeckis a The Telegraph en 2015.

Pero cada vez que ha surgido esta posibilidad, inclusive con rumores gestados durante la última década, en líneas generalmente siempre se ha encontrado un rechazo bastante generalizado por la posibilidad de que exista una versión de Marty McFly, el Doc Brown y el DeLorean sin Michael J. Fox y Christopher Lloyd.

En ese escenario, en Mouse queremos que votes en nuestra encuesta y dilucides esta interrogante: ¿Les gustaría ver un reinicio? ¿Sí? ¿No?

Por mi parte, solo quiero remarcar algo que siempre me gusta remarcar con una película como esta: ni todos los millones ni toda la tecnología digital pueden llenar el vacío que existe cuando no se tiene ni una buena historia ni buenos personajes. Y Volver al Futuro no tuvo un gran presupuesto y ocupó efectos de la época en la justa medida, elevándose más por su premisa, su notable relato, el trasfondo político que no disimula en el Estados Unidos ochentero de Reagan y todos los elementos que dejan en claro que el cine de consumo masivo también puede estremecernos.

Hablar de Volver al Futuro es hacerlo sobre ciencia ficción, viajes en el tiempo y los peligros de cambiar el pasado, pero también es sobre la médula de la nostalgia, lo que implica crecer y valorar la historia personal, hacer las pases con lo que tus padres fueron, pero también creer en que el camino se lo forja cada uno y, en el fondo, que todo se mejora con actos nobles hacia el otro.

Volver al Futuro es una lluvia de recuerdos que nos golpean y nos dibujan una sonrisa en la jeta. El mejor auto, los 1.21 gigawatts, el incómodo beso a la madre, el mejor puñetazo de la historia, la mano que desaparece y se lleva consigo la existencia, el siguiente momento del Johnny B. Goode, la gran música de Alan Silvestri, las canciones de Huey Lewis and the News, el descenso desde la torre y uno de los clímax más emocionantes de la historia del cine.

Volver al Futuro es un blockbuster perfecto, irrepetible, pero que siempre estará ahí para recordarnos que a donde vamos, no hay carreteras. El ahora es lo que tenemos que valorar, quizás mañana sea tarde para cambiar las cosas. Y ningún reinicio podría llegar a repetir eso.

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