En una semana definitoria para las cadenas de televisión en Estados Unidos, las cuales deciden qué series renuevan o cancelan, The Walking Dead está sustentando su posición como un inamovible de AMC a pesar de que la serie bajó considerablemente sus niveles de audiencia durante la última temporada.
Por ejemplo, a partir de datos de Forbes, la cadena de cable renovó una serie como The Son para una segunda temporada, a pesar de solo promediar alrededor de 1.4 millones de espectadores. En tanto, series como Halt and Catch Fire y Turn fueron renovadas pese a no superar los 700 mil espectadores en Estados Unidos.
Por eso, al constatar que The Walking Dead fue renovada para una octava temporada con un promedio de 12 millones de espectadores, las cifras de la serie son demasiado importantes para un canal cuyas otras series conocidas (Fear the Walking Dead, Into the Badlans y Better Call Saul) no superan los 3.5 millones de espectadores.
Es decir, la diferencia es demasiada a pesar de la baja notable de la serie zombie principal desde el exitoso estreno de la séptima temporada, que llegó a superar la barrera de los 17 millones de espectadores.
Aunque los costos de hacer la serie son altos, los mismos creativos y ejecutivos de AMC han sostenido reiteradamente que no tienen problemas en continuar la serie en un ciclo sin fin. Tal como el cómic, que tampoco tiene fecha de vencimiento cercana.