Todos los años, obras artísticas creadas en Estados Unidos que son escritas, visuales o sonoras, dejan de estar protegidas por la ley de derecho de autor de dicho país al cumplir un plazo de 95 años. De igual manera, el Centro de Estudios de Dominio Público de la Universidad de Duke, revela cada 1 de enero una lista de libros, películas y canciones que pasan a ser parte del dominio público.
Es decir, según palabras de la directora de este centro de estudios, Jennifer Jenkins, “las obras protegidas por derechos de autor de 1926 (...) serán libres para que todos las copien, compartan y desarrollen”.
Lo anterior significa que cualquier persona puede descargar gratuitamente el libro Winnie-the-Pooh de 1926 sin temor a repercusiones legales. Además de esto, se puede editar la historia original e incluso hacer alguna adaptación cinematográfica o secuela del libro.
Sin embargo, el dominio público tiene limites para la libre creación y distribución de obras artísticas. Por ejemplo, Disney compró los derechos de los personajes asociados a Winnie-the-Pooh en 1961. Por lo que las adaptaciones realizadas por esta empresa siguen estando protegidas por la ley de derechos de autor.
Entonces, si una persona quisiera crear un libro o una versión animada de Winnie-the-Pooh en la que el personaje aparezca con una polera roja y sin pantalones, o que su voz se asemejara a la interpretación de Jim Cummings, se estaría cometiendo un plagio, ya que esa adaptación corresponde a la creación que realizó Disney por primera vez en 1966. De igual manera, cualquier obra que haga alusión a alguna versión que haya hecho Disney a lo largo de los años sería penada por la ley de derechos de autor de Estados Unidos.
Otro icónico personaje de Disney que esta próximo a perder sus derechos de autor es Mickey Mouse. Sin embargo, en Disney mueven todos sus hilos para impedir que se hagan nuevas creaciones basadas en el corto cinematográfico de 1928 “Steamboat Willie”.