Lo que debería haber sido un nuevo gran evento de la empresa de lucha libre más importante del mundo, está enlodándose día a día a raíz del contexto sociopolítico que afecta a Arabia Saudita. Dicho país será la sede de este show tras el lucrativo acuerdo al que llegó la WWE con los acauladados regentes de esta nación petrolera del Medio Oriente.

El asesinato no confirmado del periodista Jamal Khashoggi, cuya desaparición sucedió en medio de extrañas circunstancias en el consulado árabe en Turquía, puso en entredicho la realización del evento que conocido como Crown Jewel en un escenario en el que existen voces que llaman a cortar las relaciones entre Arabia y Estados Unidos como respuesta a los hechos cometidos contra el reportero del Washington Post.

Aunque la compañía de Vince McMahon aún no ha cancelado o modificado la sede del show, la decisión tiene importantes consecuencias económicas. En caso de mover o cancelar el evento, la compañía perderá entre $2 y $3 millones de dólares durante el último trimestre de este año.

Además, si de plano la WWE termina su relación con el gobierno saudí, Deadline indica que perderá entre $12 y $16 millones de dólares en sus ingresos operativos durante 2019. A eso hay que sumar las posibles multas que podría recibir, ya que el trato con las autoridades de Arabia Saudita se firmó por una década.

En la pasada edición de RAW, el programa ancla de la WWE, la promoción de Crown Jewel omitió que el evento se realizará en territorio saudí, lo que va en contra de uno de los objetivos del acuerdo. Este año ya se realizó el show WWE Greatest Royal Rumble, el cual fue utilizado como plataforma panfletaria de las bondades turísticas del país.

La situación, sin embargo, también implica un tema de imagen, ya que mucho más lucrativos son los recientes contratos televisivos que firmó la WWE. Más aún, también tiene alcances políticos, ya que la WWE tiene un nexo con la administración de Donald Trump. Linda McMahon, ex CEO, ostenta la Jefatura de la Administración de Pequeños Negocios en el gobierno de Estados Unidos, el mismo que ha minimizado la polémica sobre la reportada muerte de Khashoggi, respaldando al príncipe saudí.

Y los intereses no se quedan ahí. Los dineros que recibió la WWE para impulsar Crown Jewel también le permitieron sacar del retiro a Shawn Michaels, uno de los principales atractivos del evento, ya que el popular luchador volverá a las pistas participando de una lucha nostálgica en la que revivirá al equipo Degeneration X junto a Triple H para enfrentarse a la dupla de The Undertaker y Kane.