Tras entregar contenido grabado durante las últimas semanas, la WWE volverá a presentar su programación televisada en vivo, en una decisión que ya genera discusión a raíz del escenario actual del coronavirus en Estados Unidos.
Mal que mal, en el estado de Florida, en donde se encuentra el Centro de Entrenamiento de la WWE, su actual base de operaciones, rige la orden del Gobernador que exige quedarse en los hogares.
Pero la compañía considera que es un negocio "esencial" al ser parte de los medios de comunicación. En declaración a ESPN, la WWE explicó su postura.
<em>Estamos produciendo contenido en un set cerrado solo con personal esencial presente, siguiendo las pautas apropiadas mientras tomamos precauciones adicionales para asegurar la salud y bienestar de nuestros luchadores y equipo. </em>
<em>Como una marca que ha sido tejida en la fábrica de la sociedad, la WWE y sus superestrellas unen a las familias y brindan un sentido de esperanza, determinación y perseverancia.</em>
El Gobernador de Florida, Ron DeSantis, ordenó que solo negocios esenciales pueden funcionar hasta el 30 de abril. Eso incluirá a dependencias de los sectores financiero, energético, alimenticio, transporto, comunicaciones y, obviamente, de la salud.
Pero a esa decisión se sumó un problema no menor, ya que un reporte indicó que un talento que aparece en televisión, pero que no necesariamente es un luchador, como es el caso de árbitros o comentaristas, dio positivo por COVID-19. Aparentemente, la persona celebró con personal médico tras la grabación de Wrestlemania 36, contagiándose en el proceso.
Ante la presión, la WWE tuvo que enviar un comunicado en el que el empleado dio positivo, pero no reveló su identidad. Todo esto mientras se desconoce cómo responderán los oficiales de gobierno ante la decisión de la WWE de realizar sus shows en vivo, motivando a los traslados de sus luchadores y personal durante cada emisión.