A partir de agosto de 1979, en pleno rodaje de “El Imperio Contraataca”, un ser que surgió de la imaginación comenzó a tener vida propia. Su corazón latía a partir de la mezcla de las ideas de George Lucas, el arte titiritero de todo un equipo profesional, la interpretación de Frank Oz, los diálogos escritos por Lawrence Kasdan y la dirección de Irvin Kershner.
Esa fusión permitió el nacimiento del gran maestro Yoda, cuyo diseño surgió del trabajo de arte conceptual de Joe Johnston y Ralph McQuarrie. “Trabajamos cuatro meses antes de tener un diseño que nos gustara”, explicó George Lucas durante la filmación de la película.
Una vez que ya estaba todo listo para concretar la marioneta, Kershner tenía claro que, durante la filmación, los sucesos desarrollados en el planeta Dagobah representaban “la secuencia más difícil de la película”.
No solo por los decorados, sino que también por el trabajo artístico para dar vida a Yoda, cuya creación fue evaluada inicialmente en animación stop-motion, lo que fue descartado por las restricciones para hacerlo actuar..
En ese sentido, el equipo técnico estuvo ajustando cosas a diario durante la realización de las escenas. De ahí que, según el libro “Cómo se hizo Star Wars: El Imperio Contraataca”, Kershner decía inicialmente que “odiaba a Yoda”, pues le daba miedo todo lo que estaba en juego.
Por su parte, George Lucas reconocía desde el comienzo que era Yoda era la gran clave de todo. “Aquello era un auténtico salto al vacío, porque si aquella marioneta no funcionaba, toda la película fracasaba. Si es Muppet, si es la rana René corriendo por ahí, toda la película se hundiría bajo su peso”, explicaba el creador de Star Wars.
El arte de Yoda
Desde el comienzo Frank Oz también marcaba la diferencia.
“Yo separaría a Yoda de los demás Muppets, porque es un estilo de personaje muy diferente. Acciono a Yoda con mi mando dentro de él, mi pulgar será su boca y mi dedo medio está en su frente; mi dedo índice y el anular están en el paladar y el meñique no hace nada en realidad. Y entonces alguien manejará las orejas, alguien manejará los ojos y otra persona me ayudará a mover una mano”, explicaba sobre lo complicado que era el aspecto técnico.
Por eso la creación de Yoda era una faena de colaboración que se extendía durante varias horas para coordinar una sola escena y que también requería de grandes ensayos para prepararlas.
Todo comenzaba con Oz, quien comenzó a trabajar con algunas peculiaridades y el funcionamiento del títere, dándole vida. Pero también era indispensable la colaboración de artistas como Kathy Mullen y Wendy Midener, las operadoras principales, junto a David Barclay y Rachel Hunt, quien era la doble de mano y cuidadora de Yoda.
En el set, por otro lado, Frank Oz ya había elegido la voz definitiva que tendría Yoda, pero también estaba la posibilidad de que posteriormente eligiesen a otro actor para ese rol.
“Por el momento estoy usando cualquier voz anciana. No importa en realidad, porque tengo que concentrarme en otra docena de cosas cuando lo interpreto y no quiero concentrarme en la voz. Así que lo que se oye ahora es la voz que va a tener. Tengo una voz para él y la grabaré más tarde… y si usan mi voz o la de otra persona es cosa de ellos. Lo que haga mejor al personaje”, decía al ser entrevistado en el set.
Pero elegir a otro actor no fue opción, aunque inicialmente George Lucas temía la asociación existente de Oz con los Muppets, ya que interpretaba la voz de la chanchita Miss Piggy.
“No quería que Yoda sonara como Piggy. Eso me preocupaba un poco, así que quise utilizar a otro actor. Pero he descubierto a lo largo de los años que, en lo que se refiere al manejo de marionetas, la persona que interpreta el papel está muy concentrada en él. Viven su actuación, así que es muy difícil para otra persona duplicar esa interpretación. Realmente fue un asunto de no ser capaz de encontrar otro actor que pudiera haber interpretado tan bien como Frank”, señaló Lucas.
Lawrence Kasdan, guionista de la película, por su parte remarcó las bases de la filosofía del personaje. “Yoda es el samurai de Los Siete Samurais. Para mi, esa es la mejor película que se ha hecho nunca y ha influido mucho en George. Si ves Los Siete Samurai, vez que Yoda es Shimaa, el líder de los samuráis. Representa la figuta del mentor que domina toda la película”, explicó.
Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes
El trabajo para que el personaje cobrase vida fue duro en el set, ya que debido a las limitaciones técnicas de la época, no podían tener revisiones instantáneas. “Era frustrante. Terminábamos una escena y no podíamos saber si había funcionado. Así que esperas y sudabas y mirabas los copiones al día siguiente y decías: Esto no funciona, pero eso sí. ¿Y si puedo cambiar de plano ahí”, explicó Kershner.
“Hasta que no estuvo en la película y hablando, parecía que aquello iba a ser un desastre”, decía Lucas. “Las cosas empezaron realmente a cambiar cuando apreció el decorado y rodamos las primeras escenas. No lo supimos hasta que no vimos copiones del primer día y dijimos: Oye, eso funciona realmente. Pero no sabías si te engañabas a ti mismo o si funcionaba realmente. Pero la gente venía del estudio, y otros, y todos decían: Oh, eso es realmente asombroso”, agregó.
En total fueron 12 días de filmaciones con Frank Oz, que se centraron en capturar a Yoda, pues posteriormente Mark Hamill tendría que concluir su parte de la acción en Dagobah por separado.
“Kersh realizó un trabajo extraordinario con Yoda. Jamás pensó en el como si fuera una marioneta. Tenía una conexión real con Yoda y creía en él como personaje y en lo que decía”, sostuvo George Lucas sobre el trabajo del director.
Por último, este último destacó que la última escena del personaje en “El Imperio Contraataca”, una vez que Luke decide terminar por anticipado su entrenamiento para ir a enfrentarse a Darth Vader, cuenta con un potente efecto emocional. “No solo Luke se despide de Yoda, el público también se despide de él. Es casi al final de la película, así que sabes que nos vas a volver a verlo, y es algo triste porque te cae bien. Es un hombre extraordinario. Para mi, Yoda es un maestro zen”, remarcó Irvin Kershner.
Todo eso contribuyó a la creación de un personaje que fue la clave para demostrar que el poder de la fuerza estaba hasta en todos lados, inclusive en el ser más pequeño y anciano de la galaxia.