De un tiempo a esta parte YouTube ha estado en el foco de la polémica por sus políticas respecto a los denominados videos tóxicos. Aquel contenido que difunde principalmente información falsa o discursos de odio ha encontrado en la plataforma un gran canal de distribución, que por mucho tiempo no puso condiciones ni problemas para su difusión.

Y, aunque en los últimos meses el servicio de videos de Google ha implementado medidas como la inclusión de paneles de información, desmonetización e incluso ha dejado de recomendar algunos de estos videos, un nuevo reporte apunta a que estas medidas habrían tardado en llegar con el fin de incrementar o mantener las ganancias de YouTube.

Desde Bloomberg señalan que "decenas de personas dentro de YouTube y Google (...) expresaron su preocupación por la cantidad de contenido falso, incendiario y tóxico que surgió y difundió el sitio de videos más grande del mundo" en los últimos años, sin embargo, los ejecutivos de la compañía habrían hecho caso omiso de estas advertencias con el fin de mantener a los usuarios "comprometidos" con el servicio.

"Un empleado quería marcar videos problemáticos, que no cumplían con las reglas del discurso de odio, y dejar de recomendarlos a los espectadores. Otro quería rastrear estos videos en una hoja de cálculo para registrar su popularidad", explica el sitio respecto a algunas de las propuestas que fueron desestimadas. "Un tercero, preocupado por la propagación de los bloggers de videos de ultraderecha, creó una vertical interna que mostraba lo populares que eran. Cada vez que obtuvieron la misma respuesta básica: 'no muevan el bote'".

En ese sentido, el reporte plantea que los ejecutivos de la compañía habrían evitado adoptar medidas respecto a este contenido inicialmente porque afectaría las métricas de compromiso de los usuarios. De hecho, Bloomberg señala que cinco miembros del personal de alto rango que abandonaron YouTube en los últimos dos años indicaron la "incapacidad de dominar los videos extremos y perturbadores" por parte de de la plataforma como la razón para dar un paso al costado.

El "compromiso" es la forma con la que YouTube mide su éxito, y básicamente consiste en una medida de las vistas, el tiempo dedicado a la plataforma y las interacciones con los videos que tienen los usuarios.

Bloomberg afirma que el "liderazgo corporativo (de YouTube) no puede o no está dispuesto a actuar sobre las alarmas internas por temor a la limitación del compromiso", y añade que la CEO de la compañía, Susan Wojcicki "no está atenta a estos temas y la compañía prioriza el compromiso por encima de todo".

Evidentemente YouTube desmintió estas declaraciones señalando al sitio Engadget que está trabajando para solucionar los "desafíos de contenido más difíciles".

No obstante, hay que considerar que el contenido toxico, que es el foco de esta discusión, suele llamar la atención de un segmento de personas, lo que podría generar importantes ingresos por publicidad para una compañía que, según Alphabet, gana 16 mil millones de dólares anuales. Por lo que el interés monetario de YouTube no estaría fuera de esta disputa que busca regular el catálogo del servicio.