"Empecé como todo en la vida: de a poco, con esfuerzo. Así comienzan los grandes proyectos. Como Transantiago".

Una década después, y teniendo en claro lo que terminó sucediendo con el plan de transporte de Santiago, la frase puede sonar grandilocuente y desacertada. Pero en 2007 sonaba a futuro y optimismo, una promesa de transporte mejor. Lejos de las micros amarillas, los sapos, las carreras, los adornos y los stickers del perno y la tuerca.

El mensajero fue nada menos que Iván Zamorano, el eterno capitán de la Selección, que en esos años ya se había recuperado de un bullado quiebre con Kenita Larraín a días de llegar al altar, pero seguía manteniendo el afecto de la gente que tenía aprecio por el goleador de "La Roja"

"Yo jugaba fútbol en Europa, en los mejores equipos y los estadios más grandes. Pero yo partí aquí", relataba Zamorano caminando por una cancha de tierra, con imágenes intercaladas de sus mejores goles en equipos como el Real Madrid y el Inter de Milán, invitando a sumarse a "un viaje que parte el 10 de febrero (de 2007), y que día a día nos va a llevar a un Santiago mejor".

https://www.youtube.com/watch?v=gVlV9Kq0WYM

"Trabajaremos en equipo para que conozcas Transantiago: los nuevos recorridos, sus colores, la nueva forma de pago, y otras cosas que irán haciendo mejor nuestro viaje", decía el futbolista mientras por las imágenes pasaban íconos como la tarjeta Bip! y varios de los nuevos modelos. La promesa de Zamorano era clara: "Te vamos a acompañar, no vas a estar solo".

El autogol de Bambam

La promesa fue tomada de forma literal por los usuarios, que tras el lanzamiento del Transantiago y los múltiples problemas y colapsos culparon a Zamorano como rostro e hicieron caer en picada su popularidad.

El capitán sólo atinó a defenderse diciendo que se sentía "engañado" por los responsables del plan y que no quería ser "un escudo" para los verdaderos culpables de las irregularidades.

Este viernes 10 se cumple la primera década del plan. Iván Zamorano hoy comenta fútbol para cadenas internacionales. El Transantiago sigue generando reacciones mixtas en los usuarios que lo ocupan día a día. Y como una postal del sueño, quedan videos como éste, en el que se prometía un mundo nuevo y mucho mejor que finalmente no llegó.