Es cierto que los constructores europeos se llevan todo el foco de atención, aplausos y loas si de híperdeportivos se trata. Pero eso es solo hasta ahora, o al menos es lo que pretende la firma estadounidense SSC, una pequeña compañía fundada en 1998 y afincada en West Richland, Washington. Ahora, los ingenieros SSC viajaron a la costa oeste de Estados Unidos para presentar en el Concours d’Elegance de Pebble Beach su flamante modelo Tuatara, que estuvo por siete años bajo desarrollo.
Apunta con el dedo a sus rivales
Los ejecutivos e ingenieros detrás del proyecto subrayan el bajo coeficiente aerodinámico del Tuatara, que es de tan solo 0.279. En el sitio web oficial lo ponen en el frente a frente con el Bugatti Chiron (0.36), el Koenigsegg Agera y el Hennessey Venom F5, ambos con 0.33.
Bajo el capó, este hiperdeportivo estadounidense -cuyo nombre proviene de una lagartija que es el animal de evolución molecular más rápida del mundo- ostenta un propulsor V8 de 5.9 litros asistido por dos turbos. Así, el bólido puede erogar 1.750 Hp utilizando bencina de alto rendimiento E85. La unidad está acoplada a una caja manual robotizada de siete velocidades que envía la potencia únicamente al eje de atrás. ¡Hay que tener muñeca para domarlo!
La duda queda entonces respecto de la velocidad que alcanza, pues la marca ha guardado el secreto y jugado al misterio, diciendo que el hiperdeportivo podría romper el actual récord mundial de velocidad. Lo que sí está claro es su peso: el Tuatara marca en la balanza 1.247 kilogramos gracias a materiales nobles como la fibra de carbono. En cuanto a dimensiones, mide 4.429 mm de longitud, 1.991 mm de ancho y solo 1.092 mm de altura.
El SSC Tuatara se producirá en una partida de 100 unidades.