El 30 de enero de 1920 Mazda comenzó su rica historia de la mano de su fundador Jujiro Matsuda. Pero los orígenes de una de las marcas japonesas más reconocidas en el mundo, no estuvieron inmediatamente ligados a los automóviles. Mazda abrió sus puertas en Hiroshima como una empresa dedicada a la fabricación de corchos. Entonces, ¿cómo se transformó en el gigante automotriz que es hoy?
Nuevamente el responsable fue Matsuda. Uno año después, en 1921, este visionario empresario industrial convirtió su pequeña empresa al rubro de la maquinaria industrial y luego, siguiendo la tendencia en Japón, se adentró en la fabricación de vehículos.
El primer modelo que puede considerarse como un auto propiamente tal, fue el Mazda Go. Este pequeño vehículo lanzado en 1931 tenía solo tres ruedas, adaptándose muy bien a las necesidades de la época, por lo que ganó popularidad casi de inmediato. En 1938, Jujiro Matsuda le incorporó incluso una transmisión de cuatro marchas, con el que el Go redujo su consumo de combustible en un 20%.
El 'crack' de Japón
El estallido de la Segunda Guerra Mundial significó que Mazda volviera a mutar sus labores. Se convirtió en un exitoso suministrador de rifles del Ejército de Japón, pero posteriormente sufrió las nefastas consecuencias de la bomba atómica en Hiroshima, en agosto de 1945. Apenas meses después de la rendición nipona, Matsuda puso otra vez en funcionamiento a la joven Mazda.
En la posguerra, la firma se abocó a los vehículos comerciales -como pequeños camiones y buses- pero en el 60 regresó a fabricar autos de pasajeros. El Mazda R360 Coupé se convirtió en su modelo más emblemático y fue el primero de los autos de Matsuda en tener cuatro ruedas. El biplaza se movía gracias a un motor de 0.3 litros que desarrollaba apenas 16 Hp. El vehículo es recordado por poner a la clase media japonesa sobre ruedas. Fue presentado el 28 de mayo de 1960.
Más tarde Tsuneji Matsuda -hijo y sucesor de Jujiro- ahuyentó el fantasma de una fusión forzada promovida por el gobierno japonés. Asegurada su independencia, en 1961 la empresa firmó un acuerdo de licencia con el fabricante alemán NSU, para desarrollar y producir el nuevo motor rotativo Wankel. Esta tecnología permitió a Mazda diferenciarse en el mercado.
A partir de ese momento, los ingenieros japoneses se embarcaron en un gran desafío. En 1967, el futurista Mazda Cosmo Sport se convirtió en el primer modelo de producción equipado con un motor de dos rotores. Fue el principio de una historia de éxito que llevó a la marca a lanzar numerosos modelos -entre ellos el deportivo RX-7- y a vender cerca de dos millones de vehículos con motor rotativo.
El hambre no cesó, y a fines de los 60 Mazda desembarcó en Europa. Lo hizo con el Mazda Luce, un auto que fue diseñado en Italia por Bertone y cuya denominación también deriva de esa lengua (significa 'luz'). Así, la casa japonesa se ganó una reputación que le permitiría mantenerse fuerte en los mercados más importantes del Viejo Continente.
La marca también demostró su capacidad técnica en los circuitos. En 1991 se convirtió en la primera firma asiática en ganar las 24 Horas de Le Mans, con el Mazda 787B de cuatro rotores, en lo que ha sido la única victoria en la prueba de resistencia de un auto con un motor sin pistones.
El otro récord de Mazda
Otro dato interesante de la antigua empresa de corchos, es que su deportivo compacto Mazda MX-5 (anteriormente llamado Miata) -lanzado en 1989- es hoy por hoy el auto descapotable más vendido en el planeta. En todos los mercados donde participa, incluido Chile, ha puesto más de 1 millón de unidades.
Los fanáticos del roadster nipón también han organizado varias reuniones para conseguir hacer la fila más larga de Mazdas MX-5.
Actualmente, el fabricante de Hiroshima saca lustre a sus motores Skyactiv-X, una tecnología de bloques bencineros que combina las ventajas de las tecnologías de combustión interna más avanzadas. Igualmente, Mazda ha trabajado en el desarrollo del MX-30, su primer auto eléctrico que echa la vista atrás con detalles como la apertura de puertas inversa que incorporaba el extinto deportivo RX-8. Asimismo, el habitáculo del Mazda del futuro lleva elementos como el corcho, un material que recuerda los humildes comienzos del hoy connotado constructor de Japón.
¡Muchas felicidades, Mazda! Que sean muchos más.