Sonidos de motores V8 de gran tamaño, mucho detalle cromado y diseños con aletas de inspiración aeroespacial son tal vez los conceptos más recurrentes que se vienen a la mente al hablar de un auto ‘americano’. Hoy, cuando Estados Unidos de América celebra 244 años de la declaración de su independencia, es el momento propicio para echar un vistazo a la prolífica industria motor del segundo país más grande del continente.

Ford T

Sin duda, el primer gran hito de la industria estadounidense es el Ford T. Este modelo nacido en 1908 puso a Norteamérica sobre ruedas e inauguró el trabajo industrial a gran escala. A tal punto llegó su éxito que hasta la actualidad es uno de los autos más vendidos en la historia, con 16,5 millones de unidades. Hoy se cree que su éxito residía en que Henry Ford había logrado reducir los costos, lo que se traspasó al cliente, y que su construcción ligera le permitió al T moverse con soltura en un país que estaba lejos aún de las rutas pavimentadas de hoy en día. (El año pasado te contamos de un anciano canadiense que aún hoy recorre a bordo de su Ford T).

Chevrolet Corvette

Para hallar otro gran suceso, hay que avanzar otros 20 años desde que el Model T salió de producción. En el periodo de posguerra, la población respiraba triunfalismo y buscaba más y más formas de entretenerse. Así, fue Chevrolet la marca que supo leer el momento, dando vida a un deportivo ‘barato’ que terminó convertido en un verdadero mito: el Chevy Corvette.

Chevrolet Corvette de octava generación.

Obra del ingeniero Zora Arkus-Duntov, el Corvette vino a llenar un vacío con un motor en principio de seis cilindros en línea que, debido al éxito del deportivo, fue actualizado rápidamente a un V8 que se convirtió en la norma de cada Corvette.

Chevrolet Corvette de primera generación.

Hace un año exacto, Chevrolet destapó el Corvette de octava generación que arriba por primera vez con un motor de disposición central (ver nota).

Ford Mustang

En los 60 nace otro ícono. Las miradas vuelven a posarse sobre la marca del óvalo azul con un destape que se convirtió en otro de sus hit: el Ford Mustang. Este auto -señalado como el primer muscle car de la historia, un segmento al que luego se sumaron Chevrolet, con el Camaro, y Dodge, con el Challenger- ha comercializado más de 10 millones de unidades e hilado cinco años consecutivos convertido en el deportivo más comercializado alrededor del mundo.

Dodge Challenger, Chevrolet Camaro y Ford Mustang.

El Mustang continúa fiel a su esencia de motor V8. Pero, ¿sabes de dónde vino su nombre? La marca de Michigan ha sostenido que la documentación específica del origen ya no existe, pero la explicación más aceptada dice que el diseñador John Najjar, uno de los responsables del proyecto, se inspiró en un avión P-51 Mustang de la Segunda Guerra Mundial. La idea, eso sí, fue tomada con recelo por la plana directiva del gigante automotor, que no quería relacionar al modelo con temáticas de guerra. Así, la denominación ‘Mustang’ fue aceptada solo cuando se asoció a la raza de caballos salvajes norteamericanos conocida por su espíritu nómade, su gran resistencia y fortaleza muscular.

Histórico logo del Mustang.

Este caballo impúdico celebró en abril pasado 56 años desde su debut (ver nota).

Tesla Model 3

Protagonista de la nueva era de la automoción, Tesla asomó tímidamente en 2003 pero no fue hasta 2007 cuando puso su primer vehículo eléctrico en la calle. Se trató del modelo Roadster.

Una década después, la gigante californiana presentó el Model 3, su definitivo súper hit. El Tesla Model 3 fue en 2019 el auto eléctrico más vendido del mundo, triplicando en número a su escolta, y superando a sus tres seguidores de forma combinada. Tesla ha puesto a las marcas generalistas de cabeza en el desarrollo de autos eléctricos y el Model 3 es, en parte, el gran responsable.

Ford F-150

Con un enfoque nacido en el trabajo, en 1948 Ford introdujo su línea de camionetas F-Series. La idea cuajó tan bien que la más pequeña de este lote, hoy conocida como F-150, se convirtió en el vehículo más exitoso en su especie desde hace 43 años.

Ford F1 de 1950.

El éxito de la Serie F solo se explica por una idiosincrasia estadounidense muy ligada con los conceptos de trabajo duro y lealtad que precisamente ofrecen las camionetas hechas para las labores más exigentes. Hace unos días te contamos de una encuesta que dio cuenta de todo lo que una camioneta representa para sus dueños. La F-Series puede decirse con propiedad es responsable en gran medida de esa realidad.

Si no confías en los pergaminos de las camionetas Ford, entonces mira qué modelo fue el más vendido del mundo en 2019. Una semana atrás, Ford destapó la decimocuarta generación de la aplaudida F-150 (ver nota).