La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) de Estados Unidos anunció el viernes 17 que repasará una petición en donde se solicita a la institución, investigar formalmente más de 500 mil vehículos de la empresa Tesla por acusaciones de 'aceleración repentina no intencionada'.

La petición impacta al Tesla Model S en sus versiones de 2012 a 2019, al Tesla Model X de 2016 a 2019 y al Tesla Model 3 de 2018 y 2019, según dichos de la misma agencia.

Muchas de las denuncias dan cuenta de casos de aceleración repentina a la hora de estacionar en estacionamientos o en la misma calle. Otras señalaron que la aceleración se dio a lugar cuando los vehículos estaban en movimiento en pleno tráfico o mientras se usaban los sistemas de asistencia, lo que terminó generando más de un choque.

Una de las denuncias es de un conductor de un Tesla S 85D de 2015. Relata que su auto estaba cerrado con llave cuando "momentos después el auto comenzó a acelerar hacia la calle y chocó con otro que estaba estacionado".

TESLA

En otra denuncia, un propietario de un Tesla en Andover, Massachusetts, se acercaba a la puerta de su garage cuando el auto de repente dio una sacudida para adelante y atravesó la puerta del garage, destruyendo dos portones. El auto solo se habría detenido tras chocar contra una pared de hormigón.

De todas formas, no es la primera vez que la empresa automotriz está en el radar de la NHTSA. En septiembre, usuarios que utilizaron la función "Smart Summon" -software que permite llamar al vehículo a larga distancia presionando un botón- denunciaron en RRSS fallas que habrían provocado accidentes.

Además, la institución americana de seguridad de tráfico en carreteras detectó en octubre del año pasado 2.000 autos de los modelos S y X de 2012 a 2019 con un defecto que podría generar incendios de las baterías.

Para solucionar dicho fallo, la compañía dirigida por el polifacético Elon Musk lanzó una actualización de software. Hoy las autoridades analizan si la compañía debió retirar esos modelos, en vez de entregar una solución 'parche'.

El disclaimer de Tesla

Tesla ha pasado 14 veces por programas de investigación del NHTSA. Son enfáticos, al afirmar que "las funciones actualmente habilitadas requieren supervisión activa del conductor y no hacen que el vehículo sea autónomo. La activación y el uso de estas funciones dependen de lograr una confiabilidad que supere ampliamente a los conductores humanos, como lo demuestran miles de millones de millas de experiencia, así como la aprobación regulatoria, que puede llevar más tiempo en algunas jurisdicciones. A medida que evolucionan estas características de conducción autónoma, su automóvil se actualizará continuamente a través de actualizaciones de software por aire"

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