Porsche expande la octava generación del nueveonce con la introducción de los flamantes 911 Carrera Coupé y 911 Carrera Cabriolet, que llegan para ubicarse como modelos de entrada en la distinguida familia 911. Ambos bólidos equipan un propulsor bóxer de 3.0 litros asistido por doble turbo, que desarrolla 385 caballos (+15 Hp respecto de la séptima generación), además de un sistema de manejo Porsche Wet Mode que asegura una maniobrabilidad más segura sobre piso mojado. El 911 Carrera se distingue por sus ruedas y frenos más pequeños, en comparación con el 911 buque insignia que probamos en el circuito Hermanos Rodríguez de México, en abril pasado, y que ya está en Chile.
911 Carrera: Más vigor y nueva caja de cambios para una deportividad afilada
Porsche detalla en su comunicado que tanto los frenos como el chasis fue optimizado para un comportamiento más aplomado sobre asfalto. Asimismo, el bloque 3.0 litros biturbo genera más poder (385 caballos en total / 15 Hp más que antes) mediante compresores y ruedas de turbina más pequeños -pero efectivos- dentro de los turbocompresores. Este motor que alcanza un torque de 450 Nm entre 1.950 y 5.000 rpm se gestiona mediante la nueva caja de doble embrague de ocho relaciones, encargada de llevar la fuerza al eje posterior. Mientras el Carrera Coupé -que pesa 1.505 kilos- empina el velocímetro hasta los 293 km/h y va de parado a 100 km/h en 4,0 segundos, su hermano sin techo -que anota en la balanza 1.575 kilos- necesita 4,2 segundos para llegar a los 100 km/h y con el pedal derecho a fondo alcanza los 291 km/h.
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