Nadie dudaría de que uno de los sueños más especiales entre amantes de los autos, es dar rienda a la suelta a la emoción en un deportivo de motor V8. Tal vez porque esa idea fue popularizada por Hollywood con películas sesenteras como Bullit -con Steve McQueen al volante de un Mustang- u otras más actuales como 60 Segundos, con Nicolas Cage escapando en un clásico pony car del 67. La verdad es que pisar el acelerador de un corazón ocho cilindros puede ser muy divertido para el conductor de un deportivo, pero no lo es tanto para quienes están alrededor y que no gustan necesariamente de los autos. Ese fue aparentemente punto de discordia que desencadenó una rencilla en Estados Unidos que parece aún de final incierto.

El protagonista de la historia es un Ford Mustang GT de actual generación que se convirtió en el terror del barrio, o al menos para uno de sus vecinos. Aaron Robinson, propietario del Ford, publicó una imagen de su muscle car con espuma en el tubo de escapes. La persona que lo hizo, no se identificó y no tan solo eso. Su acción no se quedó ahí, ya que le dejó una virulenta nota. “¡Hasta que te encontré! Quieres nuestra atención... tienes 14 días para arreglar el silenciador o poner el de serie otra vez. No nos engañes, porque o si no te arrepentirás. Te alentamos a llamar a la policía o a instalar cámaras... nada va a funcionar. El número de policía es 513-424-7700. ¡Arregla tu escape!”

Lejos de amilanarse, Robinson escribió en su cuenta: “¿No es tierno? Por favor ven cerca de mí, mi familia, las cámaras de mi auto o mis armas... Si alguien sabe algo, hágamelo saber”. Y todo por culpa de un inocente pero sonoro motor V8 de 5.0 litros y 460 caballos de potencia...

Ford Mustang