Poco es como parece hoy en el futuro que se traza Renault. La marca del rombo, que vive un complicado presente financiero, tomará varias medidas en el mediano plazo y una de ellas afectará de forma directa al clásico Mégane. Según detalla la agencia de noticias Reuters, el Renault Mégane se quitará el traje de hatchback del segmento C, para vestirse de crossover.
La decisión vendría directamente del nuevo CEO de Renault, Luca de Meo, quien busca que la compañía dé vida a autos más rentables comercialmente. De esta manera, el ejecutivo que viene de Seat y asumió recién en julio, busca reducir costos enfocándose en menos modelos caros, un camino que al Grupo PSA ya le rentó bien para enfrentar de mejor modo la crisis del coronavirus.
Renault ya había sorprendido a mitad de año cuando fichó a Gilles Vidal, diseñador detrás de los últimos Peugeot más premiados, como el SUV 3008 o el flamante Peugeot 208.
El porqué de su conversión
Renault podría matar derechamente al Mégane, pero prefiere rebautizar un crossover con su nombre. ¿Por qué? El hatchback -que se vende en Chile solo en su versión deportiva RS- es uno de los autos más vendidos del Grupo Renault, de forma que la nueva estrategia pretende no ponerle un fin comercial a su herencia.
“Hay muchas discusiones y todavía está evolucionando, pero... las cosas claramente se están moviendo hacia una versión crossover (del Megane)”, dijo una persona de Renault que no entregó su identidad. De Meo dijo en un reciente memorando interno que Renault necesitaría reducir la cantidad de productos dentro de diferentes rangos en aproximadamente un 30%. Se viene la poda.