Así como el cinturón de seguridad supuso un enorme avance en términos de seguridad en 1962, una vez que Volvo liberó su uso para todos los fabricantes, los airbags -patentados por Mercedes-Benz nueve años más tarde- también son hoy un elemento de seguridad pasiva indispensable en un vehículo (mira cómo funcionan). Luego, las bolsas de aire pasaron a ubicarse en la zona lateral de las carrocerías y también en la protección a la altura de las rodillas. Ahora un informe de la Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), organismo estadounidense que certifica la seguridad de los vehículos en Estados Unidos, dice que los airbags de rodilla aportan escasa o nada de seguridad.
La entidad sostiene que pese a que en ese mercado se han vuelto elementos populares e incluso se incluyen en modelos tan vendidos como el Toyota Corolla o el Hyundai Sonata, su incidencia es prácticamente nula a la hora de evitar lesiones provocadas por un accidente. La IIHS reunió información de sus tests de impactos simulados y de accidentes en todo el mundo, y los comparó con los de autos sin airbags de rodilla. En el mundo real, el airbag de rodilla redujo la probabilidad de lesiones de un 7,4% (en autos que lo equipan) a un 7,9% en vehículos sin este elemento. Además, en pruebas de choque frontal a una velocidad moderada, el airbag de rodilla no mostró ningún efecto.
Airbags de rodilla: ¿Cuál es su fin?
La pregunta entonces es, ¿Por qué los fabricantes incluyen bolsas de aire para rodillas? La IIHS sugiere que pueden ayudar en tests que hace el gobierno con ocupantes que no utilizan cinturón de seguridad, y la IIHS solo testea con dummies que sí emplean este vital elemento. De todos modos, la entidad aclara que no son peligrosos y que no deberían ser evitados, simplemente afirma que son innecesarios.
Ya que tantos autos nuevos lo incluyen, la buena noticia -dice el estudio de la entidad- es que no implican riesgo. Un airbag de rodilla no puede ser puesto como motivo para decidirse por un auto u otro a la hora de comprar, finaliza.