Es cierto. Hace un año el destino del Alfa Romeo Giulietta parecía sellado y, en la práctica, el compacto italiano correría igual triste suerte que el hatchback chico MiTo. Pero pocos contaban con que en Stellantis, el nuevo gran paraguas de Alfa Romeo, creado de las fusiones de FCA (Fiat Chrysler Automobiles) y PSA (Peugeot S.A.), le diera una última oportunidad al (¿o la?) Giulietta. El hatchback que nació en 2010 como un trato más deportivo del Fiat Bravo regresaría como un pariente del Peugeot 308 y del Opel Corsa, recientemente spoilereado.

Según detalla el portal español Autopista, la orden al interior del grupo Stellantis ya fue dada y el próximo Giulietta asoma como una de las piezas angulares en los próximos años al interior de Alfa Romeo. Su base, como se dijo, será compartida con el 308 y el Corsa (la denominada plataforma EMP2), aunque evidentemente tendrá que recibir el sello propio ‘alfista’.

Bajo el capó se hallarían los motores bencineros PureTech de tres cilindros de Peugeot (y de Citroën, Opel y Vauxhall), además de las mecánicas combinadas híbridas enchufables. ¿Y algo más picante? Es probable, pero habría que esperar cómo evoluciona la familia deportiva PSE (Peugeot Sport Engineered) del león galo, que es el que ahora marca la pauta.

Restará por definir si el futuro Alfa Romeo Giulietta se fabricará en Francia (Mulhouse, como el Peugeot 308) o Alemania (Rüsselsheim, junto con el Opel Astra), o si en cambio la logística se lleva a Italia.