Mucha tinta y horas de grabación se han acumulado en torno a la histórica rivalidad entre Alain Prost y Ayrton Senna. Ambos campeones del mundo con McLaren se declararon la guerra dentro del paddock y en los circuitos hace exactos 30 años, cuando siendo compañeros de equipo se mostraron los dientes en la recta de Estoril, en 1988. Ahora, el francés ha añadido nuevos ingredientes a la historia tras conceder una entrevista al podcast Beyond The Grid.

Alain Prost

El tetracampeón reiteró que él fue pieza clave en la llegada de Senna a la estructura inglesa -lo que no es ninguna novedad-, pero aseguró que no se arrepiente de haber contribuido al arribo del multicampeón brasileño, quien en ese entonces -1987- era una promisoria figura en Fórmula 1.

"Él era una persona extraña y especial", dijo Alain Prost. "Cada semana me preguntan algo sobre Senna. Lo que tuvimos fue muy grande. En mi caso, es muy fácil saber lo que pienso y digo. Era difícil juzgarlo, porque no me podía sentar a hablar con él. Una vez lo invité a mi casa en Suiza cuando estuvimos en el Salón de Ginebra. No dijo una sola palabra. Después de almuerzo se durmió, mientras yo me fui al living a hablar con un chico de Honda, que era mi amigo", se explayó.

"A ese chico le expliqué lo que sucedió y me dijo: "no te preocupes. Él me había advertido de que lo haría, porque no quiere ser tu amigo. Va a luchar contra ti, no quiere ser alguien cercano". Fue difícil entender algo así, pero al final lo comprendes", añadió el galo.

1993: Calma tras el retiro de Prost

El ex piloto de McLaren, Renault, Ferrari y Williams dice que Senna se acercó una vez que él colgó los guantes y el casco. "Habló de todo lo que pasó conmigo. Me llamaba una o dos veces por semana y teníamos conversaciones muy largas".

Alain Prost agrega que Senna lo quería de regreso: “Cuando probé aquel McLaren con motor Peugeot, me dijo: “deberías volver”. Y le respondí: “Quieres que lo haga para sacarme una vuelta en cada carrera, ¿no? (risas)”. Hablamos mucho y conocí su parte humana, que fue muy importante”.

Alain Prost

"No sé si pueda decir que fuimos amigos, pero cuando un tipo como él cambia completamente su mentalidad... Cuando estuvimos en el podio de Adelaida (última carrera del calendario 1993 y de Prost), tenemos fotos e imágenes muy buenas. En aquel momento él cambió la manera en que me trataba. Días después me llamó, fue el primero que lo hizo, y eso siguió durante el invierno".

Sin Prost se desmotivó

"Me decía que no podía seguir motivado corriendo contra aquellos chicos", sostuvo Alain Prost. "Mencionó algunos nombres (risas). Lo que antes era su fortaleza se convirtió en debilidad, aunque él seguía siendo rápido y bueno. Pero era diferente".

“Su primera motivación era batirme. Yo era siempre el blanco. Cuando perdió ese objetivo, cuando yo no estaba, tenía que encontrar uno nuevo. Ser una vez más campeón del mundo no era suficiente. Eso es lo que sentí. Tenía que encontrar metas en su vida privada y todo se le volvió confuso”.