Lo nuevo de Volvo es de alto voltaje
El reputado constructor sueco afincado en Gotemburgo, reconocido desde siempre como un vanguardista en materia de seguridad, presentó su nueva filosofía ecológica que no solo se enfoca en la mera fabricación de autos cero emisiones, sino que involucra un plan de mucha más ambición. Es el inicio de una nueva era, de la que Volvo apunta a ser líder. El XC40 Recharge es el primero de los eléctricos que la marca pondrá en la calle.
“A partir de ahora, cuando nuestros clientes visiten algún concesionario tendrán que responder primero si es que buscan un Volvo con cable o uno sin. Es la nueva era que hemos emprendido”, decía Henrik Green, ingeniero jefe de tecnología de Volvo, durante la presentación en California del XC40 Recharge, que se convirtió en el primer auto eléctrico del gigante escandinavo. Green fue el escogido por la compañía de Gotemburgo para liderar el plan de electrificación y la transformación más radical en sus 92 años de historia.
Es que en Volvo dicen estar conscientes de que la Tierra necesita un respiro y que las próximas generaciones merecen vivir en un ecosistema tal como el que hemos conocido nosotros o nuestros abuelos. No puede hipotecarse el futuro del planeta, subrayan, e incluso citan a la joven activista Greta Thunberg. No es el único simbolismo, puesto que, pese a que sus mayores ventas de autos híbridos enchufables las concentra en Europa, Volvo escogió California -el feudo de Tesla- para inaugurar estos que bien podrían ser llamados los nuevos tiempos. "Sabemos que somos parte del problema, pero también que somos un actor importante y que, por tanto, tenemos la capacidad de influir", agregaba el propio Håkan Samuelsson, el máximo ejecutivo de los suecos, en la conferencia de Los Ángeles ante la prensa.
¿Y entonces cuál es el grano de arena que Volvo pretende aportar? Los dos ejecutivos -Samuelsson y Green- lanzaron la citada nueva era de la marca, bautizada simplemente como Volvo Recharged. Esta especie de renovado trato, que se afirma sobre tres pilares importantes, aspira a reducir un 40% de la huella de carbono generada por Volvo de aquí a que termine 2025. Además, se anunció el estreno de un auto eléctrico por año, para que, a mediados de la próxima década, la mitad de los vehículos que salgan de sus concesionarios sean precisamente aquellos con cero emisiones. Desde ahora todo apunta allá.
Pero esta transformación se inicia desde las entrañas de Volvo, en el gran complejo de Gotemburgo, al suroeste de Suecia. Allí la planta ha sufrido una transformación, no solo para dar vida a los autos eléctricos -que por su naturaleza requieren de un proceso simplificado de manufactura si se compara con el de un auto con motor a combustión-, sino también para convertirla en una factoría sustentable, que haga un uso de los recursos de la manera más eficiente. En cinco años, la firma del Grupo Geely pretende rebajar en un 25% las emisiones generadas por el propio proceso de fabricación, de modo de acercarse a la meta más ambiciosa en esta materia, dada por una manufactura neutral.
Se instalaron enormes paneles solares, algo que Volvo ya había avanzado en 2018 en su planta de Gante, en Bélgica, y que también implementó en Skövde, también en Suecia, donde produce únicamente motores. En Gante, el 11% de la energía que requiere la industria es producida por energía eólica y, lo que es más -asegura Volvo-, es que desde 2008 todas sus plantas se abastecen de energías renovables. Así, lo que Volvo buscaba dejar claro es que no es que se haya decidido ahora hacer este cambio, sino que es algo que viene madurando desde hace más de una década. Que lo haya hecho patente hoy, cuando se ha tomado conciencia y el tema ambiental copa la agenda en los noticieros, aparece como una simple coincidencia.
En esta primera pata de la meta de reducción del 40% también se incluyen los temas de logística y de propia comercialización de los vehículos en los concesionarios. Así, el transporte de todos los modelos de Volvo se hará de la forma más ecológica posible, incluyendo el transporte por barcos, camiones y aviones de certificada eficiencia.
En el segundo apartado, la compañía inventora del cinturón de seguridad asegura que otro 25% de reducción de toneladas de CO2 lo logrará gracias a las conversaciones que ha mantenido con sus socios que lo proveen de suministros. Aquí, Volvo no se pone colorado en decir que ha utilizado su poder para saber si sus históricos socios están o no en la línea ecológica que se busca. No se trabajará con aquellos que no estén apegados a estos lineamientos. "Estamos transformando nuestra empresa con acciones concretas, no promesas simbólicas", enfatizaba Samuelsson.
Los primeros invitados a sentarse a la mesa con Volvo fueron los fabricantes de las baterías que montan el nuevo XC40 Recharge y los vehículos plug-in hybrid del line-up. “Nuestros suministradores saben que nuestros valores se apegan a la seguridad y al cuidado del medio ambiente, y han recibido de buena manera nuestro emplazamiento”, explicaba Stuart Templar, jefe de sustentabilidad de la firma, quien ha sido el encargado de golpear la puerta de los colaboradores. Así, las pilas que van en un Volvo son fabricadas con apego al cumplimiento de bajas emisiones. En la misma línea, a contar de este año, al menos el 25% de los plásticos de un Volvo serán reciclados.
Y, por último, la medida que más contribuirá a la reducción de casi la mitad de emisiones generadas por Volvo al día de hoy será casi la consecuencia de las dos primeras. Se trata de la propia reducción que se logrará mediante la nula contaminación de tubos de escape de los Volvo de la línea Recharge. A 2025, los nuevos vehículos suecos que salgan a la calle emitirán un 50% menos de lo que hoy lo hacen sus modelos con motores a combustión clásicos y los híbridos enchufables.
En Volvo, eso sí, saben que esta es tarea de todos. Al menos así lo manifestaron todos los ejecutivos que subieron al escenario. Cada uno de ellos hizo un llamado a los estados. Dicen que son ahora los políticos quienes tienen la palabra y la oportunidad de llevar adelante la transformación. Los incentivos fiscales son indispensables para la adopción de los nuevos autos amigables y Templar lo dejó claro. "Mira a Noruega, donde hoy más de la mitad de los autos que se venden son de cero emisiones. Hay una gran tarea por delante y esa es materia de todos".
» Primero de la horneada Volvo Recharge
Ser el primero de una historia que cambia en 180º no es sencillo. Esa es la mochila que lleva el Volvo XC40 Recharge, precursor de los eléctricos de la compañía escandinava, al que Volvo dotó de mucha tecnología para, precisamente, alivianarle esa carga y pavimentarle el éxito.
Este modelo, que de lejos es muy similar al XC40 premiado como Auto del Año en Europa en 2018, es en cuanto a ingeniería como si se tratara de otro auto. Claro, por fuera cambia apenas el frontal, suprimiendo la grilla y logrando una imagen más minimalista, pero en su base es una completa invención. Es, si se quiere, una misma cáscara, pero con distinto sabor.
Entre sus dos bloques, ubicado cada uno en un eje, desarrolla 408 caballos de potencia y un generoso torque de 660 Nm. Se gestiona por una caja automática de una sola marcha que permite al vehículo alcanzar los 100 km/h en menos de cinco segundos. La velocidad final, en tanto, se limita electrónicamente hasta los 180 km/h.
Volvo informa que el familiar rueda hasta 400 km con una carga y que vuelve hasta el 80% de capacidad en 40 minutos, conectado a un enchufe de carga rápida. Cuenta con función One Pedal, que no es otra cosa que un sistema de recuperación de energía tan potente que frena el vehículo apenas se levanta el pie del acelerador.
¿Hay algo más que reafirme ese concepto de 'nuevo'? Lo hay. Por dentro, el XC40 Recharge incorpora por primera vez un completo sistema de infoentretenimiento desarrollado por Google. De esta manera, el SUV ecológico es capaz de interactuar con los pasajeros y de ofrecer info relativa al consumo o de establecer una dirección a la cual dirigirse. Esta innovación, que es igualmente compatible con iPhone, también cuenta con actualizaciones vía OTA (Over The Air), de modo tal que el vehículo siempre esté al día en todo tipo de información, como la relativa al tráfico o temperatura.
La idea de los ingenieros suecos es que este XC40 funcione como lo hace un smartphone. Por ejemplo, los parámetros del todoterreno, como la carga que tienen sus baterías o la ubicación específica de dónde quedó estacionado, puede monitorearse desde la app Volvo On Call.
Así es la nueva era de Volvo. Verde y conectada. De activismo y también de protagonismo. MT
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