Cómo ser piloto por un día
La división de altas prestaciones de Mercedes-Benz ofrece un curso de manejo que te pone al volante de sus exquisitas preparaciones y te hace ir hasta el límite de tus capacidades. Se trata de una experiencia donde se obtiene una certificación con validez global, que permite continuar a los siguientes niveles de entrenamiento. De ahí, que cuando llegó la invitación, solo pudimos decir, sí, por supuesto.
Mercedes-Benz no necesita presentación, seguramente, hay acuerdo en ello. Sin embargo, qué significan aquellas tres letras que lucen algunos de sus autos. Nos referimos a AMG, una sigla intrínsecamente ligada a la firma de la estrella solitaria desde hace más de medio siglo y que hoy da lugar a sus más emocionantes preparaciones.
Pues bien, AMG nace como un preparador especializado en modelos de la marca alemana en 1967. En tanto, que su nombre surge de la unión de Aufrecht, Melcher y Großaspach, el cual hace referencia a los apellidos de sus dos fundadores y a la ciudad de nacimiento de Aufrecht (Großaspach).
Con esta breve introducción -y un par de datos más sobre la hoy división deportiva de Mercedes-Benz-, comienza el AMG Experience On Track, uno de los desafiantes cursos de manejo que la firma de Stuttgart imparte alrededor del mundo y que Kaufmann, su importador en Chile, nos invitó a vivir en primera persona.
¿Locación? El Autódromo Hermanos Rodríguez, en México. Un circuito emblemático para los amantes del automovilismo de la región y que ha albergado eventos de alto nivel, entre ellos, la Fórmula 1. Allí, Mercedes-AMG dispuso este 2024 cuatro fechas de este curso en pista, el cual ofrece el primer nivel de certificación, que lleva por nombre “Performance”.
Hablamos de todo un día a los mandos de una serie de Mercedes-AMG y con la instrucción de pilotos certificados por la marca alemana, que no solo nos enseñan a desenvolvernos mejor al volante, sino que nos hacen retarnos a sí mismos, llevando cada ejemplar hasta el límite.
Track day
El 1 de agosto pasado tuvo lugar la última fecha del AMG Experience On Track 2024. Fue un día lleno de acción, marcado por la velocidad y la adrenalina sobre la pista. Partió temprano, alrededor de las 9 de la mañana, con una pequeña charla teórica -sobre asuntos como la correcta posición de manejo y el trazado óptimo del circuito-, a lo que se sumó un brief de seguridad.
Tras ello, y tal como anticipaba la agenda, donde se prometía un 15% de teoría y un 85% de manejo; los 23 participantes ya estábamos listos, cascos incluidos, por supuesto, para comenzar nuestro programa de entrenamiento, en donde aprenderíamos los fundamentos básicos del manejo deportivo, por medio de maniobras controladas y ejercicios personalizados.
Nos dividieron en grupos, nos tocó el azul, junto con otros siete compañeros. Y partimos pisando fuerte, bien fuerte, puesto que el primer ejercicio que debimos realizar fue de aceleración y frenado a fondo sobre parte de la recta principal del circuito, de más de un kilómetro de largo.
En aquel módulo, habían seis autos disponibles, que nos fuimos rotando con el fin de probar las distintas sensaciones que ofrecían uno u otro al volante. Porque claro, un 4x4 duro y puro como el G 63, no podía sentirse igual a un SL 55 con el techo descapotado o a un eléctrico como el EQS 53, que, casi literalmente, nos hizo despegar con su descomunal torque (950 Nm).
El ejercicio en cuestión consistía en activar la función Race Start -o launch control como se conoce en otras marcas-, para así obtener una aceleración óptima desde parado, y luego llegados a cierta distancia, frenar con todo lo que teníamos.
Pie izquierdo en el freno y derecho en el acelerador, ambos a fondo, para luego sacar el pie del freno y, salir así disparados. Sonaba sencillo y lo era, pero de que daba nervios, los daba.
Tras esta prueba, vinieron otras sobre cómo tomar curvas, entender la línea de la carrera o realizar la frenada tardía para adelantar en una competencia. También hubo un pequeño circuito de slalom, con el A 45 AMG, un pequeño bólido que siempre nos encantaría tener como “daily”. Este ejercicio fue cronometrado, nos anotamos en la tabla en la posición 18 de 23.
Hasta ahí, solo llevábamos medio día. Había que reponer fuerzas y bien lo entendían los organizadores de esta gran experiencia firmada por AMG. Cada tiempo del almuerzo, nos hizo recordar en donde estábamos, con finas y exquisitas preparaciones sabor a México.
En la tarde, seguimos sacándole brillo a pista, en tanto, que nuevamente se nos puso a prueba con un módulo pensado para quemar caucho. Se trataba de un test drive en donde se nos enseñaba a controlar el auto en situaciones de pérdida de dominio, como en los casos de subviraje y sobreviraje. En este último, la idea era terminar haciendo “donuts”. Al menos un par se “hornearon”.
Y como si toda esta adrenalina a flor de piel, no fuera suficiente, los chicos de Mercedes-AMG México nos tenían preparada una sorpresa para el final de la jornada. Un par de vueltas al circuito -eso sí, como copilotos-, a bordo de un GT-R, año 2021, con el que alcanzamos los 230 km/h de velocidad máxima en la recta. Un verdadero lujo, considerando además que se trata de un auto que ya no se produce. “Un futuro clásico”, como lo llamó el piloto a los mandos.
Certificación
Según la agenda, el día terminaría con una competencia entre los participantes. Sin embargo, una lluvia torrencial, que ponía en riesgo la seguridad del evento, así no lo quiso. De ahí, entonces que pasáramos directo a una pequeña ceremonia de entrega de diplomas, a través del cual se nos certificaba de haber completado el curso AMG Experience On Track, nivel Performance.
Cerrábamos de esta manera, una sesión de conducción en pista redonda, en donde habíamos perfeccionado el manejo y control del vehículo, deleitándonos al mismo tiempo con lo mejor de Mercedes-Benz, su línea de altas prestaciones AMG.
Sin duda, abandonábamos el reconocido autódromo como mejores conductores y, muy probablemente todos, con muchas ganas de pasar al siguiente nivel. Y es que la firma de la estrella solitaria tiene a disposición otros cursos y eventos que tienen lugar en diferentes partes del mundo. Entre ellos, algunas rutas de varios días por carreteras costeras con vistas panorámicas, o incluso hasta un taller de conducción sobre hielo y nieve.
En Chile, los cupos e invitaciones son gestionados por Kaufmann y, si bien hay una pequeña parte que cubre fábrica, el grueso del costo del paquete lo paga el cliente. No son baratos -el que cursamos tenía un valor de US$1.350 + IVA, a lo que hay que sumar pasajes y estadía-, sin embargo, se trata de una experiencia que vale mucho la pena.
Sacarles el máximo de provecho a semejantes ejemplares, aprendiendo de paso osadas maniobras de manejo bajo la supervisión de expertos instructores, es con toda seguridad, el sueño de muchos fanáticos del mundo motor.
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