Mientras Europa alista la prohibición definitiva de venta de autos con motores a combustión interna, en Italia buscan la manera de encontrar caminos para corregir esa ruta, cautelando así los intereses de Ferrari y Lamborghini, dos de las grandes embajadores de ese país en el mundo de la deportividad. La información es publicada por Bloomberg.
De acuerdo con el medio estadounidense, el gobierno del líder Mario Draghi está en conversaciones con la Unión Europea para proteger a los fabricantes de superdeportivos de la eliminación total de motores térmicos, que está prevista para 2035, según sostuvo Roberto Cingolani, el ministro de Transición Ecológica.
Si bien Roma respalda el compromiso de Europa de reducir las emisiones, eliminando los motores más contaminantes, el sector de los superdeportivos “es un nicho acotado y hay discusiones en marcha con la Comisión de la Unión Europea” sobre cómo se aplicarían las nuevas reglas a los fabricantes de automóviles de alta gama que venden muchos menos vehículos que los productores generalistas, dijo Cingolani en una entrevista con Bloomberg TV en el Ambrosetti Forum, en Cernobbio, Italia.
“Estos autos necesitan una tecnología demasiado especial y requieren baterías para la transición”, dijo Cingolani. “Un paso importante es que Italia gane autonomía en la producción de baterías de alto rendimiento”, dijo, por lo que el país está listo para lanzar un ‘programa de gigafábrica’ para la producción de baterías a gran escala.
En julio, la Comisión de la UE anunció el plan de eliminación de motores térmicos como parte del esfuerzo de la región para reducir las emisiones que impactan en el calentamiento global. Pero el cronograma podría ser un desafío para los productores que fabrican automóviles cuyos motores de gran potencia emiten niveles de contaminación superiores a la media. Es un hecho que sus menores volúmenes de ventas limitan las posibilidades de economías de escala derivadas de la conversión.