Un remezón pocas veces visto vive la industria automotriz, ya que Nissan confirmó que despediría a Carlos Ghosn de su cargo de presidente, luego de descubrir que supuestamente había utilizado dinero de la compañía para uso personal y cometido otras irregularidades graves.

Medios japoneses publicaron que Ghosn, que también es presidente y presidente ejecutivo de Renault y primer ejecutivo de Mitsubishi Motors, y una de las figuras más conocidas de la industria automovilística mundial, había sido arrestado. "La oficina del fiscal de Tokio arrestó a Ghosn bajo sospechas de violación  de la Ley de Instrumentos Financieros y Cambiarios", afirmó la cadena de televisión pública NHK.

El fabricante de automóviles japonés dijo que, a partir de la denuncia de un informante, había estado investigando posibles prácticas indebidas de Ghosn y su director representativo Greg Kelly durante varios meses, y que estaba cooperando completamente con los investigadores.

"La investigación mostró que, durante muchos años, tanto Ghosn como Kelly han estado comunicando importes de remuneraciones en los informes presentados a la Bolsa de Tokio que fueron inferiores a la cantidad real, para reducir la cantidad divulgada de la remuneración de Carlos Ghosn", dijo Nissan Motor Co Ltd en un comunicado. La empresa dijo que el presidente ejecutivo Hiroto Saikawa propondría al consejo de Nissan cesar a Ghosn y Kelly. Eso sí, según indicó el diario japonés Asha, Ghosn ha ocultado al mercado su salario real "en cientos de millones de yenes" (un euro equivale a 128 yenes).

El cese de Ghosn, de 64 años, planteará interrogantes sobre el futuro de la alianza que él personalmente formó y se comprometió a consolidar.

"La reacción inicial del precio de las acciones demuestra lo fundamental que es", dijo el lunes el analista de Citi Raghav Gupta-Chaudhary.

La noticia ha causado conmoción en Japón, donde Ghosn, un alto ejecutivo extranjero, algo poco común en el país, es bien considerado por haber transformado a Nissan tras estar cerca de la bancarrota.

Nacido en Brasil, de ascendencia libanesa y ciudadano francés, comenzó su carrera en Michelin en Francia, siendo después contratado por Renault. Pasó a Nissan en 1999 después de que Renault comprara una participación de control y se convirtió en su presidente ejecutivo en 2001. Ghosn se mantuvo en ese cargo hasta el año pasado.

En junio, los accionistas de Renault aprobaron una remuneración de 7,4 millones de euros para Ghosn por 2017. Además, recibió 9,2 millones de euros en su último año como presidente ejecutivo de Nissan.

Fuente: AFP / Reuters.