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Las calles de Nueva York fueron el escenario para el despertar de un monstruo, el nuevo Shelby GT500. La revista Road & Track tuvo acceso a una unidad del deportivo americano y, aunque sus periodistas no pudieron manejarlo, sí probaron el rugido del Mustang en sus cuatro modos de sonido: Quiet, Normal, Sport y Track.
El nuevo GT500 equipa un motor V8 de 5.2 litros -diferente al del GT350- con un gigantesco supercargador de 2.65 litros, que desarrolla más de 700 Hp. Unido a una caja de cambios de doble embrague Tremec de siete velocidades como única opción, logra el 1/4 de milla en menos de 11 segundos.
Fue presentado en enero en el reciente Salón de Detroit como una de las grandes novedades del año. La mala noticia para los fanáticos es que queda esperar unos meses para su producción, ya que Ford Performance se encuentra afinando los últimos detalles del tope de gama del Mustang.
El sonido del auto de producción más potente de Ford, sale a través de cuatro grandes salidas de escape que varían su ronroneo según el modo de conducción. En Quiet se contiene al poderoso V8. En cambio, en Track, el GT500 muestra su verdadera personalidad, un musculoso americano que ruge en medio de la ruidosa ciudad de Nueva York.
Durante el lanzamiento del ponycar, el Director Global de Ford Performance, Hermann Salenbauch, se refirió al Shelby GT500 como el nuevo estándar para los autos deportivos americanos. "Con su mécanica al nivel de un superauto, el nuevo Shelby GT500 lleva al Mustang de sexta generación a un nivel de rendimiento que antes solo estaba reservado para los exóticos", dijo el ejecutivo.
La marca dijo que dará a conocer más detalles del nuevo musculoso -como la potencia definitiva del motor y el precio- durante el verano norteamericano.