Ayer te contábamos sobre el auto con el que Aston Martin regresará a la Fórmula 1 tras más de seis décadas fuera. Una gran noticia para los fanáticos de la marca del agente 007, la cual hoy se ve ensombrecida por la publicación de los resultados financieros obtenidos en 2020.
Y es que si 2019 fue malo para la firma británica, 2020 fue realmente catastrófico, pues triplicó los números rojos registrados en el ejercicio anterior, anotando unas pérdidas netas de 485 millones de euros.
Los ingresos de Aston Martin, en tanto, el año pasado fueron de 707 millones de euros, un 37,6% menos que en 2019. En el desglose, las matriculaciones en Reino Unido, por ejemplo, se hundieron un 53,8%, hasta los 122 millones de euros; mientras que en América se situaron en los 188 millones de euros, con un desplome del 41,7%.
En la región Asia-Pacífico se registró una facturación de 183 millones de euros, un 34,3% menos, y en el resto del mundo los ingresos fueron de 213 millones de euros, un 20% menos.
Las ventas totales de vehículos a consumidores finales retrocedieron un 32%, hasta 4.150 unidades, mientras que las ventas de la propia Aston Martin a los concesionarios y otros intermediarios se redujeron un 42%, hasta 3.394 vehículos.