En otra nota te contamos del Mini Cooper de Paul McCartney que se había subastado en septiembre del año pasado por un valor hasta hoy desconocido. Eso sí, aquel emblemático modelo inglés de uso citadino no era, encargado exclusivamente para The Beatles, no era el favorito del artista. Ese lugar de privilegio lo ocupaba otro de los legendarios modelos británicos: nada menos que un Aston Martin DB5, un deportivo de prestaciones excepcionales para la época.

La unidad en cuestión contaba con matriculación del 22 de septiembre de 1964, un año más tarde de que los cuatro músicos de Liverpool publicaran su primer sencillo "Love Me Do". El ascenso meteórico de la banda hizo que sus integrantes pudieran darse ciertos lujos, en el caso de McCarteny, este decidió hacerse de este modelo por un precio de 3.800 libras de la época (unos $ 3.300.000). Este fue el primero pero no el único Aston Martin que el artista tendría en su garage. En 1966 le siguió un DB6 comprado por el manager de Los Beatles Brian Estpsein.

Con número de chasis DB5/1653/R, el DB5 del bajista estaría registrado en el British Motor Industry Heritage Trust a su nombre hasta finales del 60. A bordo de él, McCartney hizo apariciones en público en diferentes actos en Londres. Hasta ahora había pasado por varias manos, entre las que se contaron las del coleccionista británico Chris Evans.

El modelo en cuestión monta un bloque de seis cilindros en línea de 4.200 cc, que desarrolla 324 caballos. En la última subasta, organizada a fines de 2017, alcanzó la no despreciable cifra de 1.5 millones de euros, vale decir unos $ 1.130 millones. ¿Qué tal?