La marca británica Aston Martin se puso melancólica. Este 2019 se cumplen exactos 60 años desde que el DBR1 pilotado por Roy Salvadori y Carroll Shelby se impusiera en las 24 Horas de Le Mans de 1959. La hazaña del deportivo británico es recordada hasta hoy por darse frente a reputados rivales, partiendo por los Ferrari de enormes motores V12.
El DBR1, en cambio, era un auto de tamaño más recatado pero que no se achicaba frente a sus contrincantes italianos. Montaba un propulsor de seis cilindros en línea de 2.922 centímetros cúbicos, que alcanzaba los 254 Hp y funcionaba hermanado a una caja manual de cinco relaciones. Con el acelerador a fondo y en quinta marcha, el descapotable inglés podía inclinar la aguja hasta los 250 km/h.
Quieren rendirle honores con otra victoria en Le Mans
A esta nueva edición de Le Mans, que largará el sábado a las 9 de la mañana hora chilena, Aston Martin llegará con el Vantage GTE como su carta. Este deportivo se precia de un motor V8 de 4.0 litros de origen Mercedes-AMG cuya potencia ronda el medio millar de caballos. Además, Aston Martin señala la suspensión ha sido trabajada por los suecos de Öhlins Racing, mientras que los frenos son suministrados por Alcon.