Con la pandemia, los fabricantes de autos debieron acelerar el desarrollo de muchas de sus tecnologías, sobre todo en lo que respecta a reducir la distancia entre el manejo en calle y los deportes electrónicos.
Es que con la imposibilidad de practicar en pistas, los simuladores se han convertido en una excelente opción para entrenar y mantener la habilidad en la pista.
Aston Martin es uno de los que ha estado trabajando fuertemente en este terreno, colaborando con los desarrolladores de simuladores de alta gama, Curv, para dar vida a una experiencia de otro mundo.
Así nace el AMR-CO1, un simulador que utiliza la plataforma Assetto Corsa V-racing y la incorpora en un set-up con asiento, pedales, volante y un enorme monitor curvo que hace sentir a cualquiera como en un verdadero habitáculo de carreras.
Diseñado para ser el epítome de la elegancia en una sala de juegos de lujo, el AMR-01 está hecho con fibra de carbono, y su posición de manejo emula a la del Valkyrie, eso sin olvidar la altura de la posición de los pedales y un volante que incorpora una pantalla central.
Este simulador no solo permite correr en súper autos de carrera, también sirve para emular el desempeño de un Abarth 500 esseesse o un Ferrari SF-15T de Fórmula 1, aunque cabe destacar que la sensación de manejar un Aston Martin en este dispositivo, es bastante llamativa de acuerdo a lo que señaló la marca.
Para jugar por diversión o para competir con conductores profesionales de e sports, este simulador cuesta US$ 74.000, algo más de $ 56 millones… lo bueno es que al contrario de comprar un auto real, acá es imposible chocar, así que la inversión puede durar mucho más tiempo.