Si bien conducir cualquier tipo de vehículo es una gran responsabilidad, no es lo mismo ponerse al volante de un citycar que de un superdeportivo, por ejemplo. De ahí, que en Australia se acabe de aprobar un tipo de licencia diferenciada para conductores de autos de altas prestaciones.
Se trata de una licencia especial, apoyada principalmente por un curso de concientización de los peligros que implican circular con este tipo de vehículos sin unos conocimientos básicos.
La entrada en vigor de la licencia clase U está fechada a partir del 1 de diciembre de 2024, momento en el que estará prohibido ponerse al volante de ciertos vehículos de altas prestaciones sin contar con ella.
Los considerados Vehículos de Potencia Ultra Alta o UHPV y que, por tanto, necesitarán que su conductor tenga la licencia U en su poder, serán aquellos que pesen menos de 4.500 kilos y su relación peso-potencia sea superior 370 caballos por tonelada. Los buses, motos y otros vehículos de gran tamaño se quedan fuera de esta restricción.
Según medios locales, esta iniciativa afectará a alrededor de 200 modelos, principalmente de conocidas marcas como Ferrari, Lamborghini, Bugatti o Porsche.
Los usuarios de estos autos, además, tendrán totalmente prohibido desactivar las ayudas del control de tracción y de frenado, funciones que pueden desactivarse para su uso en circuito, por ejemplo. Si lo hacen en la vía pública australiana, se arriesgan a ser multados con 5.000 dólares australianos (unos 3 millones de pesos).