Para muchos de quienes hoy tienen entre 25 y 35 años la infancia estuvo marcada por los videojuegos de las consolas de Nintendo y Súper Nintendo en torno a las que se reunían los niños del barrio. Entre los más recordados están Súper Mario World, Donkey Kong Country, Súper Mario Kart o el juego de peleas Street Fighter II. ¿Recuerdas que este último tenía el desafío de destruir un auto antes de que el cronómetro llegara a cero? La historia detrás de este vehículo estacionado en un muelle de Estados Unidos seguro te sorprenderá.
El vehículo en cuestión era un Lexus LS 400 de primera generación que estuvo en el mercado entre 1990 y 1994. ¿Por qué el sedán de lujo del Grupo Toyota? Supuestamente este era el auto de Bred, un villano del juego Final Fight, también de propiedad de la desarrolladora de videojuegos japonesa Capcom.
La revancha del Grupo Toyota con Street Fighter
Pero la venganza de Toyota vino con casi 25 años de demora. En 2017, y para promocionar su naciente SUV C-HR, Toyota lanzó una campaña publicitaria en la que el modelo -reducido en calidad de imagen, tal como en las consolas de mediados del 90- era conducido por Ryu. El luchador japonés paseaba el familiar por todas las escenas para demostrar su calidad.