Tras las últimas pruebas de seguridad realizadas por Latin NCAP, en las que reveló que el Chevrolet Groove, el SUV más vendido en el país, obtuvo cero estrellas, Automóvil Club de Chile emplazó al Sernac a oficiar a los representantes de la marca del corbatín en nuestro país.

Según Alberto Escobar, director de Movilidad de Automóvil Club de Chile: “sorprende que el Sernac oficie a una marca internacional por los reclamos que algunos usuarios han hecho a través de redes sociales respecto a una línea de productos para el cabello, pero no actúe de la misma manera con los representantes del Chevrolet Groove, el cual recientemente demostró en estas pruebas de choque que es incapaz de proteger debidamente a los ocupantes ante algún incidente vial”.

Escobar agrega que: “sabiendo que este auto es adquirido por más de 3.800 usuarios al mes, y que todos ellos corren un serio peligro de fallecer o resultar seriamente lesionados ante un siniestro de tránsito, causa escozor saber que nuestras autoridades no tienen un interés genuino en proteger a sus ciudadanos, y que siguen naturalizando el drama social y económico que genera la seguridad vial en el país. Lo peor, es que el auto usado para la prueba de Latin NCAP fue comprado directamente en Chile, lo que demuestra que existen vehículos inseguros que se están comercializando y que desde el Estado no se está haciendo nada”.

En este sentido, el especialista en seguridad vial de la institución asegura que: “también sorprende la pasividad del Ministerio de Transportes ante estos casos, ya que no es la primera vez que este programa independiente evalúa vehículos del mercado chileno, mostrando resultados decepcionantes en el tipo de protección que algunos modelos le brindan a los usuarios ante un impacto o choque en la vía. Chile ha sellado compromisos internacionales para reducir los siniestros viales, entre ellos avanzar en materia de seguridad vehicular, pero parece que no nos interesa cumplirlos.”

En relación a las medidas que se deberían adoptar en materia de seguridad vehicular,Escobar asegura que: “aquí se cree que el simple hecho de que un vehículo cuente con airbags y cierto equipamiento ya lo hace seguro, pero no es así. No sirve de nada si la estructura del vehículo es defectuosa. Por lo tanto, es necesario reactivar con urgencia el proyecto de etiquetado de seguridad que permita a los consumidores acceder a información transparente e imparcial sobre el tipo de protección que estos pueden ofrecer al momento de comprarlos. Además, se debe adoptar de una vez por todas alguna de las regulaciones técnicas decretadas por la ONU para la certificación de vehículos, que datan de hace más de dos décadas, y que hemos omitido de manera negligente, a pesar de las sugerencias de este organismo”.